El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, dijo este jueves en Montevideo que su gobierno está «altamente ofendido» por las acusaciones de Venezuela sobre un supuesto complot intervencionista planificado junto a Estados Unidos.
El gobierno uruguayo «está altamente ofendido» por los comentarios del presidente venezolano, Nicolás Maduro, declaró Nin Novoa durante una rueda de prensa conjunta con la ministra de Exteriores colombiana, María Ángela Holguín.
«Nosotros tenemos la expectativa de una retractación porque pruebas no hay, no sucedieron esas cosas», enfatizó. Maduro denunció días atrás la actitud de la cancillería uruguaya al considerar que «agrede a Venezuela, coordina con el Departamento de Estado agresiones contra Venezuela».
El gobernante hacía referencia indirecta a un supuesto plan entre Washington y otros Estados latinoamericanos para promover una intervención en su país utilizando como mecanismo de acción instancias como la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general es el excanciller uruguayo Luis Almagro.
La crisis política en Venezuela se agravó la semana pasada cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumió las facultades del Parlamento y retiró la inmunidad a los diputados, fallos que fueron parcialmente anulados luego tras la presión de la comunidad internacional.
Maduro también sostuvo que a lo largo de una semana intentó en vano dialogar con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, para pedirle que detenga la intervención externa contra su gobierno.
«Lo de que el gobierno venezolano quiere hablar con el gobierno uruguayo desde hace mucho tiempo tiene sus matices», aclaró sin embargo Novoa, quien detalló que el embajador de Venezuela en Uruguay fue convocado para discutir algunos asuntos pero no acudió.
«En consecuencia, la falta de diálogo no está en el gobierno ni la cancillería uruguaya; Nadie aspira a solucionar estas cosas por otro método que no sea a través del diálogo, por tanto Uruguay siempre está dispuesto a hacerlo», subrayó.
Tras respaldar a Caracas repetidamente durante la crisis por el traspaso de la presidencia del Mercosur en 2016, que terminó con Venezuela suspendida del bloque, Uruguay firmó hace unos días una declaración del organismo que denunció una ruptura del orden democrático en el país caribeño.
Montevideo también suscribió una declaración de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que pide el «restablecimiento del orden democrático» en Venezuela y apoyó otra resolución de la OEA que declaró una «grave alteración inconstitucional» en ese país.
