Una trocha conocida como «La Cortica», en Paraguachón, es el camino de herradura por donde ingresan migrantes venezolanos a Colombia huyendo de los controles de la policía, en búsqueda de una mejor vida.
En ‘La Cortica’ la danza de camiones cargados de personas y mercancía procedentes de Venezuela es constante. El paso dura 10 minutos y es un camino casi intransitable con 17 retenes de indígenas wayú, reseñó el canal RCN de Colombia.
Algunos pasajeros van hasta en el techo de los camiones, con sueños y tristezas como la de Ilsa Bettin, médico de profesión, que salió de su país para mejorar su salario que era cercano a los 80.000 pesos colombianos. Atrás quedó su familia.
Jenny Pérez, comerciante venezolana, asegura que va a Colombia a vender plástico y desechables, y hasta el momento le ha ido bien.