Después de mi denuncia sobre la oscura operación por la cual Nicolás Maduro y Tarek el Aissami dieron en venta el paquete accionario de la refinería dominicana REFIDOMSA, paquete propiedad de PDVSA, a una empresa fantasma -PATSA- registrada en el paraíso fiscal Islas Vírgenes poniendo como precio una suma mucho menor por el de la compra y sin el cumplimiento de los requisitos constitucionales para ello, denuncia en la que incluí reclamo al interinato para que dijera e hiciera algo, varios diputados se comunicaron conmigo para hacerme saber que la Asamblea Nacional sí se había pronunciado y me facilitaron el texto del “Acuerdo mediante el cual se rechaza la transacción realizada por el régimen de Maduro con las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo PDV. SA propiedad de PDV Caribe. Filial de PDVSA”. https://twitter.com/AsambleaVE/status/1430280590629249029?s=20

En efecto la Comisión Delegada publicó un Acuerdo horas después de mi denuncia, específicamente el 24/8/2021 en la tarde (5:27 pm) lo cual indica que también estaban sobre el caso, pero dicho Acuerdo adolece de la consideración de un aspecto vital para Venezuela como es que esa fraudulenta negociación obtuvo permiso del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.El permiso fue otorgado cuando el gobierno de República Dominicana le elevó la consulta antes de hacer esa negociación como lo ha informado su Ministro de Hacienda. Ese hecho arroja importantes datos de obligatoria atención y acción de parte de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional.

En primer lugar, es evidente que esa operación viola las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro al gobierno de Nicolás Maduro para realizar ese tipo de operaciones, mas sin embargo en este caso el ministro dominicano confesó que para evitar ese obstáculo simularon poner como primer comprador a una empresa denominada PATSA y de inmediato, en el mismo acto, ésta las revendió a RD. Dijo el ministro que antes de hacer esa recompra consultó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos en vista del tema de las sanciones, y éste le contestó que no tenía objeción.

SIMULACIÓN DELICTIVA
Es obvio que en esta operación hubo una simulación delictiva entre Maduro y el gobierno de República Dominicana para burlar las sanciones del Departamento del Tesoro. Fabricaron una operación comercial de apariencia legítima de compra de las mencionadas acciones por una empresa fantasma, que no tiene vida real, ni capital, denominada PATSA para de inmediato, en el mismo acto ésta revenderlas al gobierno dominicano. Esto evidencia que el gobierno dominicano en realidad a quien compró esas acciones fue a Maduro y a Tarek el Aissami, solo basta escuchar la explicación dada por el ministro dominicano para darse cuenta de ello. El ministro dijo que había recibido una carta de PDVSA informándole que había llegado a un acuerdo con PATSA para venderle las acciones en cuestión y por tanto le preguntaron si quería ejercer su derecho de preferencia, agregó el ministro que tomó la decisión de “readquirir esas acciones”.

El ministro dominicano agregó que para adquirir las mencionadas acciones estuvo en comunicación con el gobierno de Venezuela, es decir con Maduro que es a quien ellos reconocen, con PATSA y con el gobierno de Estados Unidos. Esto dijo en su alocución:

–“Específicamente (se estuvo en comunicación) con la Oficina de Control de Activos Extranjeros para garantizar que la República Dominicana no estuviera violando ninguna de las condiciones de las sanciones que el gobierno americano había puesto al gobierno venezolano” y agregó que el gobierno dominicano recibió la respuesta de “no objeción de parte del gobierno de Estados Unidos y a raíz de eso nosotros procedimos con la transacción”.
–“La transacción se ejecutó en dos partes, una primera parte donde PDVSA le vendió sus acciones a PTSA y una segunda parte que ocurrió de una manera simultánea de ambas transacciones en donde PATSA le vende esas acciones por el mismo precio al gobierno de la República Dominicana”.

Otro dato importante mencionado por el ministro fue que la operación se realizó en euros, “74 millones de euros”, medio de pago con el que sin duda evadió hacerse en lo natural que fuese en dólares como lo fue la compra original que hizo Venezuela de esas acciones, con lo cual evitaron el pase por el sistema financiero norteamericano donde priva una alerta total en operaciones de lavado de dinero del régimen dictatorial que mata a Venezuela, que por tanto han migrado a la moneda europea

Ver alocución del ministro: https://youtu.be/YIBQTx3QgqE

EL MINISTRO DOMINICANO ENGAÑÓ AL DEPARTAMENTO DEL TESORO
La alocución del ministro dominicano es la descarada confesión de un fraude que vicia de nulidad a esa operación. Inexplicable que un Estado democrático incurra en semejante práctica ilegal e inmoral igualándose a cualquier practicante del comercio de los bajos fondos, y asombroso que lo haya confesado sin pudor alguno en una audiencia televisada, grabada y publicitada. Esa maquinación engañosa de adquirir un bien que es patrimonio público de Venezuela “a precio muy ventajoso del que se vendió en 2010” como ha dicho el ministro al responder a una pregunta específica de un periodista, no es mas que un robo, un despojo ejecutado en complicidad con un régimen depredador.

De un detenido análisis de esa alocución del ministro dominicano se llega a la conclusión de que esa operación está viciada de nulidad absoluta pues se fundamentó en un fraude confesado por el propio ministro al decir que la operación se hizo con la empresa PATSA como intermediaria debido a las sanciones del Departamento del Tesoro. Es decir, esa primera fase fue una simulación, no una compraventa real, esto para de inmediato “simultáneamente” dijo el funcionario, PATSA vender las acciones al gobierno dominicano, simulación que obviamente tuvo por objeto engañar al gobierno de Estados Unidos, específicamente al Departamento del Tesoro para evadir las sanciones.

LA INMORAL Y DELICTIVA ACTITUD DEL GOBIERNO DOMINICANO
Resulta lamentable que un gobierno latinoamericano, democrático y vecino, incurra en esa peripecia simulatoria en perjuicio del pueblo venezolano. Los Estados no pueden comportarse del mismo modo que los particulares en sus operaciones comerciales, y mucho menos como un particular deshonesto que no le importa el origen de lo que compran, viendo solo la ganancia económica, que por cierto en este caso vino dada por la “generosidad” del gobierno de Hugo Chávez que a través de PETROCARIBE prácticamente regaló nuestro petróleo comprando adhesiones. Recordemos que esas acciones de la refinería dominicana le fueron compradas por PDVSA en el año 2010 para ser pagadas con petróleo con precios reducidos por descuentos excepcionales y que bastante de ello recibieron. Se beneficiaron de lo bueno que entonces teníamos y ahora que estamos en esta lamentable debacle se aprovechan facilitando un robo al patrimonio público de quien antes los benefició, un robo del cual están claros, están entendidos y que para justificarlo aceptaron la farsa de la “primera fase” como la ha definido el ministro de hacienda dominicano, en la cual PDVSA apareció vendiendo las acciones a PATSA para simultáneamente, en una “segunda fase” PATSA venderlas a su gobierno, y con lo cual se confiesa que estuvieron en pleno conocimiento de que estaban comprando un bien que se estaba robando al pueblo venezolano, es decir, que obraron como cómplices de ese despojo, lo cual queda ratificado por la consulta que entonces elevaron al Departamento del Tesoro norteamericano, consulta que escondía la verdad, consulta engañosa pues preguntaron si podría comprar a PATSA esas acciones cuando en verdad a quien estaban comprándolas era al sancionado Maduro y a su también sancionada usurpación sobre PDVSA.

EN REPUBLICA DOMINICANA HAY RECLAMOS
No podemos cerrar este análisis sin mencionar que en República Dominicana hay reclamos por falta de transparencia en esta operación, así lo ha hecho una organización denominada Alianza Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO) por medio de su presidente el Dr. Julio De La Rosa quien ha exigido que se publiquen los detalles del caso.

LO QUE CREO QUE HAY QUE HACER:
Del examen de los hechos resulta claro que hay base suficiente para demandar civilmente la nulidad de la citada venta, así como también hay indicios de que esa operación constituyó una actividad criminal que justificaría una denuncia por ante el Fiscal General de Estados Unidos.

.1. El gobierno dominicano hizo una consulta engañosa al Departamento de Estado de Estados Unidos, algo así como “¿Tienen ustedes objeciones a que compremos a una empresa privada denominada PATSA el 49 por ciento de las acciones de nuestra refinería de la cual ella es propietaria?”. La respuesta obviamente tenía que ser “No tenemos objeción”. Obvio que esa consulta escondió que la operación en realidad fue entre Nicolás Maduro/Tarek el Aissami por una parte y el gobierno dominicano por la otra pues el papel de PATSA solo fue como “facilitador” como el mismo ministro dominicano dijo y agregó que la operación en simultáneo: Maduro/el Aissami vendiendo a PATSA y ésta de una vez vendiéndole a ellos.

No podemos dejar de observar que la venta de ese paquete accionario que es patrimonio del Estado venezolano, además de ser un medio para engañar al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se hizo con fraude a la legislación interna del país ya que no se sometió al examen previo constitucionalmente requerido a nuestro Poder Legislativo.

La venta a PATSA fue una simulación, un engaño. Y esa simulación tuvo el objeto de viciar la voluntad del gobierno de Estados Unidos de proteger los activos de PDVSA de la vorágine del ladronismo del régimen de Nicolás Maduro, por lo que concluimos en que resulta procedente demandar por ante un tribunal federal norteamericano la nulidad de esa autorización que se dio como “No objeción”, y eso debería hacerlo la Junta Directiva Ad hoc de PDVSA de inmediato, sin mas tardanza.

Esa simulación tuvo por objeto viciar la voluntad de Estados Unidos de proteger los activos de PDVSA de la vorágines del ladronismo del régimen de Nicolás Maduro, por lo que concluimos en que resulta procedente demandar por ante un tribunal federal norteamericano la nulidad de esa autorización que se dio como “No objeción”, y eso debería hacerlo la Junta Directiva Ad hoc de PDVSA de inmediato, sin mas tardanza.

.2. Y dado que por confesión del propio ministro dominicano se dio al conocimiento público que la operación de compra de las mencionadas acciones y la obtención de la declaración de “No objeción” del Departamento del Tesoro de Estados Unidos se montó bajo el engaño de la “intermediación de la empresa PATSA”, del cual él formó parte es obvio que se ha cometido un fraude para engañar a dicho Departamento, hay que denunciar este hecho ante el Fiscal General de Estados Unidos.

Las señaladas acciones judiciales debería interponerla la Junta Ad hoc de PDVSA con el acompañamiento de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional. Si lo hacen, y pronto “Dios y la Patria os lo premien, si no que os lo demanden”

Carlos Ramírez López @CarlosRamirezL3




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