La desidia es notoria en el recinto. (Foto Daniel Silva)
Alfredo Fermín
El deterioro de los espacios culturales en esta ciudad es impresionante. Pareciera que el objetivo es lograr su desaparición como es innegable en la sede de la Asociación de Artistas Plásticos de Carabobo (AVAP) en el Paseo Cabriales, donde en vez de arte hay ruinas.
Es triste observar lo que ha pasado en este hermoso lugar, condenado a desaparecer a pesar de su carácter de patrimonio cultural de la ciudad, comentó Elba Delgado Olivares, quien presidió la institución durante una recordada gestión por los beneficios que logró para la comunidad artística.
La edificación, en forma de churuata de concreto con amplias dependencias, fue construida en 1985, durante el gobierno de Oscar Celli Gerbasi, quien mediante decreto la entregó a la AVAP para que los artistas contaran con talleres para la creación plástica, salas de conferencias, de exposiciones y otros espacios para el intercambio de ideas y experiencias.
Al frente de la institución estuvieron los artistas Leonardo Salazar, Pilar Taborda, José La Rosa, Simón Guédez, Elba Delgado Olivares, José Laurencio Silva y Quintín Hernández, quienes mantuvieron una programación en la que destacaron exposiciones de destacados artistas, agrupados en lo que se conoce como la Escuela de Valencia.
La sede exhibe ruinas en lugar de arte. (Foto Daniel Silva)
El inmueble contaba con el apoyo del Gobierno de Carabobo y de la Alcaldía de Valencia, pero desde 2009 fueron suspendidos los subsidios y la casa de cultura entró en un progresivo estado de abandono, que es evidente con solo verla al pasar por el Paseo Cabriales, frente al Seniat.
La biblioteca especializada en historia y tendencias del Arte desapareció por completo junto con el resto de su patrimonio incluyendo computadoras, impresoras y el resto de su patrimonio. Un artístico busto del artista Luis Eduardo Chávez, realizado por el escultor Ennio Guglielmetti, fue destrozado y una escultura monumental de Adolfo Estopiñan fue derribada de su pedestal. En igual situación se encuentran otras obras que adornaban el jardín interno. El abandono del lugar fue propicio para que indigentes y personas con problemas de drogadicción se instalaran allí como en su cuartel general.
El animador cultural Tomás Cabrera se ha mantenido como custodio de esta sede de la AVAP, por lo cual encabeza un comité integrado por María Cristina Spisso, Adile Salomón de Ruiz, Marcos Montero, José Joaquín Burgos y Julio Rafael Silva, quienes han solicitado al alcalde Miguel Cocchiola, que decrete la restauración del inmueble como regalo a Valencia en los 460 años de su fundación a cumplirse el próximo 25 de marzo.
