(Cortesía)

Ambientalistas de la región y personas que disfrutaban deel samán de la redoma de La Viña, salieron en su defensa, luego que supuestamente manos inescrupulosas atentaran contra esta emblemática especie de la capital carabobeña, produciendo la sequía de sus ramas.

El pasado domingo a través de las redes sociales, un buen número de personas expresó su malestar por lo ocurrido, lo cual motivó a que funcionarios gubernamentales iniciaran una investigación sobre el particular, cuyo resultado se desconoce cuándo se producirá.

El coordinador de la Asociación de Columnistas del Estado Carabobo, Rafael García Marvez, declaró que los valencianos lloran por el vil asesinato cometido contra el samán tan querido.

Citó que fue el afamado médico y ambientalista, Humberto Martínez Mainardi, quien  hace unos 50 años sembró este samán, al igual que otros que hay en la ciudad y que por su majestuosidad se han ganado el cariño de la gente.

García Marvez le resta credibilidad a las versiones según la cuales, habrían sido unos vecinos de La Viña quienes dañaron el samán para evitar que bajo su sombra se sentaran indigentes, pues no cree que haya tanta maldad en la mente de una persona.

Mencionó que este árbol era emblemático para Valencia, porque era sitio predilecto de la ciudadanía para visitar en la temporada decembrina. Cientos de familia acudían allí  a hacerse fotos y pasar el tiempo.

Pidió al gobernador Rafael Lacava y al alcalde Alejandro Marvez que realicen un investigación exhaustiva que permita determinar qué ocurrió realmente. “Se debe castigar a los criminales”.

Lo cierto es que Lucio Herrera Guabaira, director legal del Movimiento por la Calidad del Agua y miembro del Movimiento Cívico Ambiental Pro saneamiento de la cuenca río Pao y Lago de Valencia, produjo un hermoso escrito sobre el tema que a continuación transcribimos.

SAMAN DE LA VIÑA

Hoy te fui a buscar y no te encontré. Estaba tu silueta desnuda del esplendor pasado como esqueleto fantasmal que busca aturdido la existencia misma, sin saber si ha muerto o aún vive en el espejismo de los tiempos vividos.

Si estabas pero no. Tus ramas secas se abrían hacia el cielo como implorando clemencia, no para ti sino para la mano asesina que envenenó tu tallo.

La sombra que cobijó amores tantas tarde también se había ido. Fuiste emblema de libertad al reunir bajo tu follaje a esperanzados ciudadanos que rubricaron su voluntad de emprender cambios para bien de este país herido.

Quizá fue el anuncio de tu destino lo que haría esos días con esa iniciativa cívica un juzgado indigno que cerró con el sello de la injusticia el cauce libertario.

Allí estás y también la enredadera que creció contigo, que te abrazó como apasionada amante y te llenó de besos verdes cada noche y hoy te habla casi en susurros implorando que despiertes sin entender que su destino tal vez ya está marcado como el tuyo en la tierra de esta viña de Valencia.

Samán de luces que iluminaste con otros árboles hermosos una época dorada en los diciembres valencianos de décadas pasadas. Desde allí mirabas altivo con el ego de tus años a tus competidores cercanos, más que todo a ese otro samán que por ser descendiente del de Huere te retaba pretencioso y arrogante en la redoma al final de la avenida.

Fueron malvadas las manos las que inyectaron el veneno a tu noble tallo. Y fue en medio de la pandemia, en el distanciamiento mismo de estos tiempos, cuando el hombre se ha alejado de sus valores y del amor por la tierra y sus seres vivos.

Samán de la Viña, allí estas hoy con la daga de la maldad clavada en el pecho de tu tronco, con tus ramas negras que guardan luto por el duelo de quienes dieron el artero golpe, con la maldad de los que te veían siempre desde el inculto jardín de sus almas llenas de maleza, desprovistas de verdor y color, de follajes y flores.

No fue la tormenta la que quebrantó tu belleza, no fue un rayo que partió tu copa, fue la crueldad nacida tal vez muy cerca, en tu propia vecindad, de las mentes de seres malogrados por la molienda de esperanzas en estos tiempos en los que lo hermoso se vuelve ofensa para quienes vieron morir sus sueños antes de caer la tarde.

Volverán los pericos a colgar sus nidos en tus ramas y el ojo abierto de la paraulata a mirar al indigente que reposa al cobijo de tu sombra, volverán las filas ciudadanas a formarse una mañana para forjar sueños de mejores realidades frente a la tiranía que azota a tu tierra y volverá al amor de una pareja a dejar una gráfica para los niños que serán los sucesores de esta viña después de que el amor se haga fruto por la gracia de Dios y el deseo de la hembra que recibe al varón.

Porque abajo, en la base de tu tronco, donde se entierran tus raíces, corre todavía sabia buena que se forma de los nutrientes de esta tierra rica y generosa del valle del Cabrioles.

Y allí volveré con mis hijos y tal vez con mis nietos a tener tu color y tu aroma penetrándome la piel bajo el espesor de tus hojas y el entramado de tus ramas que dejarán pasar como antes algunos rayos de sol como chispas de luces de bengala en otro diciembre, en este tiempo que dejó de ser ahora para volverse siempre.

El cuentacuentos «Pío Lara» escribió:

“Un Lamento por el Samán de La Viña»

“Andrés Eloy Blanco nos dijo

¡Malhaya el golpe que cortara

el limonero del Señor…”

“Y yo con dolor hoy grito

Malhaya la mano que al samán

Le echó veneno en el corazón”

Estoy leyendo la prensa

y me quedó consternado

al conocer la noticia

de algo triste y desgraciado

Quien en su más sano juicio

hace algo tan despiadado

contra un árbol indefenso

que solo se ha preocupado

Por cumplir con la tarea

de su oxigeno brindarnos

ofrecer sombra y abrigo

y nuestra vista, recrearnos

Ser nido de pajaritos

que alegraban con su canto

refugio de fauna y flora

que hoy quedan al desamparo

Humberto Martínez Mainardi

el Samán había sembrado

hacia el año sesenta y dos

como un bonito regalo

manos avaras no fueron

fue mucho peor mi poeta

aquí fueron corazones

sin razón y sin conciencia

tal vez sin alma ni sangre

egoístas, insensatos

que creyéndose “ser ley”

resultaron mentecatos

Disculpe señor Samán

por sufrir esa desgracia

me da dolor su partida

se me pierden las palabras

Me quedarán sus recuerdos

de cuando solía danzar

al compás de lluvia y viento

y su brillo en navidad

Prometo ir una tarde

Y contar allí unos cuentos

de conciencia ecologista

de amistad y entendimiento

Y téngalo por seguro

que en ese sagrado lugar

de su estirpe, su corteza

siempre estará un samán

“Al árbol debemos

solicito amor

jamás olvidemos

que es obra de Dios”.

HAY QUE PODAR LAS RAMAS

El Ministerio de Ecosocialismo publicó unos tuits que dan cuenta de la visita que al samán de La Viña realizaran funcionarios de ese despacho para inspeccionar lo ocurrido. En uno de ellos se indica que el árbol e encuentra en regulares condicione fitosanitarias, no se observó perforación en el fuste, ni residuos de presunto herbicida.

Según los funcionarios, se apreció existencia de insectos que comen y dañan los tejidos, por lo que se recomendó a la Alcaldía de Valencia la poda de las ramas secas, así como la colocación de nutrientes en las raíces, y cubrir con acolchado de abono el tronco para preservar la humedad del suelo, a través de zanjas radicales.

Se señala que el equipo de trabajo del ministerio en conjunto con la comunidad, estará realizando vigilancia y control ambiental de estas medidas para la recuperación del emblemático árbol de Valencia.




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