Dos disparos le propinaron a Carlos Eduardo González Herrera (33) un mensajero motorizado que fue atacado en un sector de La Pastora, la tarde del lunes, cuando realizaba una entrega, siendo despojado de todas sus pertenencias.
González Herrera vivía en el sector El Lago de Los Magallanes de Catia, con su esposa y cuatro hijos menores. A las 7 de la noche recibieron en casa de un familiar una llamada desde el mismo celular de González, dando la noticia.
La mujer que les avisó admitió tener en su poder el celular S 8, propiedad de la víctima, pero les prometió que lo dejaría escondido, cerca de una panadería, para que la familia pudiera recuperarlo, cosa que obviamente no ocurrió. El costoso y moderno celular lo había comprado González cuando viajó al exterior.
Al trabajador también lo despojaron de su moto Empire Horse, color negro, con la que hacía sus repartos, una gruesa cadena de plata y un reloj, además de su cartera, porta chequera y demás documentos.
Los agresores del mensajero habrían sido dos hombres, que le dispararon por un costado y lo bandearon al alcanzarlo con dos tiros.
González era el mayor de dos hermanos, con anterioridad había sido víctima de varios intentos de robo pero logró evadirse ó impedir que lo despojaran de la moto.
La persona que llamó a la familia les dijo que González había sido trasladado al Hospital Universitario de Caracas por una comisión policial y llegó sin vida. Extrañamente no fue llevado a otro centro asistencial más cercano al centro de Caracas.
NIEGAN ENFRENTAMIENTO
Familiares de David Gregorio Longa Díaz (25) negaron que tuviera cuentas pendientes con la justicia y que se hubiera enfrentado con la policía, en las inmediaciones del hotel Dakota, en La Paz.
Longa vivía en el sector Valle Alegre de La Vega y trabajaba en una carpintería de San Agustín del Sur.
-Nunca estuvo preso, nunca se metió en problemas. Lo único que se echaba sus tragos y era muy juguetón. Dijo su hermano mayor.
El pariente aseguró que los vecinos están asombrados y sus compañeros de trabajo también se sorprendieron porque David Longa era muy sociable, dedicado a su trabajo.
Longa no llegó a su casa a dormir el lunes, el martes salieron a buscarlo, les dijeron que había sido llevado al hospital Pérez Carreño y de allí a la morgue. En ambas dependencias les manifestaron que andaba sin documentos.
Al acudir al Cicpc, a formular la denuncia, un funcionario les dijo: -Ah, eso fue un enfrentamiento, el pertenecía a una banda.
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