El Gobierno brasileño reconoció hoy, por primera vez en su historia, la condición de apátrida a dos hermanas, de origen libanés, que viven en el país suramericano desde hace cuatro años con el estatus de refugiadas.
Maha y Souad Mamo son las primeras apátridas, es decir, que carecen de una nacionalidad, reconocidas por el Estado brasileño, que recogió esa designación en la nueva Ley de Migración, la cual entró en vigor en noviembre del año pasado.
Las actas fueron firmadas en una ceremonia que se celebró este lunes en Brasilia con la presencia del ministro de Justicia brasileño, Torquato Jardim, en el marco de la Semana Nacional del Refugiado.
Las dos hermanas, de 30 y 32 años, no pudieron ser registradas en Líbano porque allí exigen que los recién nacidos sean hijos de padres y madres libaneses, un supuesto que no se daba en su caso ya que sus progenitores procedían de Siria.
No obstante, en Siria tampoco fue posible inscribir sus nombres, pues los padres no estaban oficialmente casados.
La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que existen aproximadamente 10 millones de personas en todo el mundo que son apátridas al no poseer un certificado de nacimiento, ni documentos de identidad.
En muchos casos estas personas que no poseen nacionalidad no pueden ir a la escuela, acudir al médico, abrir una cuenta bancaria o casarse.
Jardim recordó en el evento que solo el año pasado más de 68 millones de personas en todo el mundo estaban en situación de desplazamiento forzado, «una tragedia mayor que la Segunda Guerra Mundial».
De acuerdo con datos oficiales, citados por el ministro, el 29 % de los refugiados en Brasil son mujeres y otro 20 %, adolescentes menores de 17 años de edad.
El gigante suramericano analiza actualmente unas 85 mil solicitudes de refugio.
Según el Comité Nacional para los Refugiados (Conare), Brasil recibió en los últimos siete años 126 mil 102 solicitudes de refugio y le concedió ese estatus a 10 mil 145 extranjeros.
De esos 10 mil 145 que recibieron refugio, tan sólo unos 5.100 siguen viviendo en Brasil, en su mayoría sirios, que son el 35 % del total, congoleños (13 %), colombianos (10 %), angoleños (8 %) y palestinos (5 %).
Más de la mitad (52 %) de los refugiados residen en Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país.
