La Iglesia Católica conmemora una nueva Semana Santa, en la que se invita a todos a estar ORACIÓN, con el fin de reavivar una verdadera conversión de vida, además, de encontrar el camino perfecto hacia la VIDA ETERNA, de aumentar la Fe en DIOS y en su ETERNA MISERICORDIA (que es la de salvación) como la vuelta de cada individuo al Sacramento del Reconciliación y el Perdón (a través de la confesión con el sacerdote).
Igualmente de poner en la gracia de «DIOS PADRE», «DIOS HIJO» y «DIOS ESPÍRITU SANTO», el cese de las tribulaciones que marcan el día a día de cada familia (en lo particular) y de las mortificaciones de una humanidad que sufre por múltiples problemas, liderados por la aparición del Covid y sus mutaciones, por la existencia de gobiernos dictatoriales (lo que ha triplicado el aumento de los desplazados), por la guerra en Ucrania (y sus numerosos muertos), los cambios climáticos, por la mezquindad de unos pocos, etc.
En paralelo, se busca encomendar al Espíritu Santo que sea guía de quienes siguen pronunciándose y trabajando por una mayor defensa por la vida (NO, al ABORTO), por el sostenimiento de la inocencia en los más pequeños y prioritariamente por la libertad de sociedades oprimidas por erráticas políticas (si así, se puede llamar) y por la defensa de la FE Católica.
Texto y fotos
GUSTAVO VELUTINI LUNING
@cinefilo50
A raíz del contagioso Covid_19 (que se originó en China a finales del 2019), la Semana Mayor del 2020 y 2021 fue atípica y virtual, ya que se debió recurrir a la televisión y a medios de internet, para poder seguir desde casa los oficios religiosos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios.
Ya inicio la Semana Santa 2022 y con ello, el poder asistir a las iglesias, para vivir en primera persona estos días de reflexión y de buscar dentro de sí, la “FE” en DIOS y de la conversión de vida (muriendo al pecado y resucitando a una vida de propósitos de bien).
Este año retornarán las acostumbradas procesiones, tanto de miércoles santo (con las imágenes del Nazareno), viernes santo (con las tallas de la Virgen de Dolores y el Santo Sepulcro) y domingo de Resurrección (con la imagen de Jesús Resucitado).
Todo bajo las estrictas medidas de seguridad de «anti contagio: Covid19» (siempre con la mascarilla puesta y guardando el debido distanciamiento social).
Semana Santa,
días de conversión y de recogimiento espiritual
La Semana Santa va del 10 al 17 de abril, donde la Iglesia Católica recuerda de manera especial la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, lo que también se conoce como el Triduo Pascual.
Los días previos a la Semana Santa viene siendo el tiempo de Cuaresma, que se inicia anualmente cada miércoles de ceniza y se prolonga hasta el viernes del Concilio (previo al Domingo de Ramos).
Del Domingo de Ramos a miércoles Santo
La Semana Santa comienza recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, día en que la iglesia católica bendice las palmas y son distribuidas a los feligreses.
El día lunes se dedica al paso de “Jesús en la Columna”.
Las misas del día martes se centralizan en la Humildad y Paciencia de Nuestro Señor Jesucristo. Además, se suele administrar el sacramento de la Unción de los enfermos.
El Miércoles Santo está dedicado a “Jesús Nazareno”, día en que muchos feligreses visten de morado. Un día de gran recogimiento espiritual, porque en cada iglesia hay un Nazareno esperando por sus devotos.
Triduo Pascual
Definitivamente los días mayor solemnidad de la Semana Mayor, corresponden al jueves, viernes y sábado.
El Jueves la iglesia nos dice como Jesús «El Hijo de Dios», hecho hombre, instituye el Sacerdocio y la Santa Eucaristía, en la Última Cena, con lo cual se nos dice y se ratifica que EL está presente en la Hostia viva, que resulta ser su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Tras esta sentida celebración eucarística, se suelen reservar las Hostias consagradas en el monumento.
Con esto, se recuerda las horas adversas que vivió Jesús, desde el mismo momento que fue apresado, hasta que fue sentenciado a muerte de cruz, siendo horas de gran sufrimiento, ya que Cristo fue azotado, enfrento injustos juicios y se le impuso la corona de espinas, hasta que tomo su Cruz, para iniciar el camino hacia el Calvario (lo que la iglesia revive, cada viernes santo y con el rezo del Santo Vía Crucis).
En Venezuela se tiene la costumbre de visitar siete templos o Monumentos, y en cada uno de ello se va orando por la Iglesia toda (sacerdotes, religiosas, diáconos y por el Papa), por la conversión de todo ser humano, por la santa educación de la juventud, por el respeto a la vida desde el momento de su concepción, por el perdón de los pecados, por el eterno descanso de las ánimas del purgatorio, por el fin de la tragedias provocadas por mentes sin alma e inmaduras (comportamientos guiados por intereses mezquinos) como por el restablecimiento de la dignidad humana, etc.
En fin, cada persona va presentando ante DIOS, todas las preocupaciones personales, familiares y del globo terráqueo.
Las actividades religiosas del Viernes Santo, están marcadas por la Pasión y Muerte del Señor, recordándose con suma devoción el sacrificio doloroso de Jesús, al inmolarse en la cruz, por los pecadores.
Un viernes donde no hay misa, sino los oficios que contemplan la lectura de la Pasión y de la adoración de la Cruz.
Posteriormente, en algunas iglesias, se suelen desarrollar procesiones con las imágenes de la Virgen de Los Dolores y del Santo Sepulcro.
Además, se viene realizado el inicio de la novena de la Misericordia.
Al término de todos los actos del día, el duelo se apodera de todos y las iglesias se cierran, recordándose que Jesús fue sepultado (por ello las iglesias permanecen cerradas el sábado).
“JESÚS HA RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS”
De nuevo las iglesias abren sus puertas el Sábado de Gloria, exactamente hacia final de la tarde, para conmemorar la triunfante Resurrección de Jesús (ya que al tercer día, resucito de los entre muertos, siendo Luz de Luz, para la salvación de todos sin distinciones).
Los actos del sábado de gloria, se conocen como la “Vigilia Pascual”, dividiéndose en dos partes.
Lo primero abarca la Celebración de la luz, que viene siendo el prender el cirio pascual, lo que representa la Luz y divinidad de Cristo resucitado.
Lo segundo, la Celebración de la palabra, momento en que se leen varias lecturas y salmos, hasta que se entona jubilosamente El Gloria, señal de que el Hijo de Dios, ha resucitado.
Tras el canto del Gloria, se da paso a la celebración eucarística como a la bendición del agua (con ello, la renovación de las promesas bautismales), para llegarse a un jubiloso Domingo de Resurrección, culminando así la celebración de la Semana Santa.
La confesión con el sacerdote, es medio de perdón
Cuarenta días marcan la Cuaresma, días para la reflexión y conversión sincera, sumado a los días de la Semana Santa y la siguiente semana, hasta llegar a la Fiesta de la Divina Misericordia.
¿Cómo se llega a ello?: por medio de un examen de conciencia primero (basándolo en los 10 Mandamientos), para luego recurrir al Sacramento de la Confesión, para así cumplir con la penitencia impuesta (dado por el sacerdote) y por último, el asistir a misa y comulgar.
La aptitud de conversión y de no volver a pecar, debe fluir en todo momento, y no esperar a estos días santos, pero si ello ocurre, la iglesia lo celebra jubilosamente, ya que la gracias del “perdón” está ahí (en fin, siempre que se busque).
El Papa Francisco ha reiterado muchas veces lo siguiente:_
“Si estás en pecado grave no debes recibir la Comunión. Ya que cuando por la fragilidad humana, se comete un pecado que vaya en contra de uno de los diez mandamientos, no debe acercarse a la Sagrada Comunión, sin antes de haber obtenido la absolución por parte de un sacerdote, gracias al sacramento de la Reconciliación o Confesión. Cumplido ese paso, la persona puede encontrar a Cristo en la Santa Comunión”_.
LA FIESTA DE LA «MISERICORDIA» SE CELEBRA, TRAS EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
La Misericordia de Dios es tan bondadosa, que a través de Sor María Faustina, Él nos dice: –“Antes de que Yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi misericordia. Pero el que no quiera entrar por las, puertas de Mi misericordia, tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia”-.
Estas palabras son del propio Jesús, que le transmitió a la religiosa Sor María Faustina, el 22 de febrero de 1931, en Polonia, no solo dijo esto, sino muchas cosas más.
Por petición del propio Jesús, ella lo pintó como lo vio y pidió que la fiesta de su misericordia, se celebrara el domingo siguiente, al Domingo de Resurrección.
La Fiesta de la Misericordia va acompañada de una novena de salvación, que fue dada a conocer por Sor María Faustina y avalada por San Juan Pablo II, la cual se inicia el Viernes Santo y culmina el sábado siguiente.
Este año, la novena va del 15 al 23 de abril, porque el día 24, la iglesia celebrara la FIESTA DE LA MISERICORDIA.
El rezo de la novena otorga muchísimas bendiciones al alma.
La celebración de la FIESTA DE LA MISERICORDIA, fue impulsada por San Juan Pablo II, con la cual se busca la salvación eterna de las almas vivas.
En todo momento la Iglesia nos recuerda lo siguiente: _“Convertíos, Creed en el Señor y en la Santa Iglesia, porque la hora está cerca”_(refiriéndose a su Segunda Venida, para juzgar a vivos y muertos)”.
Desde ya, este servidor le desea: “Felices pascua de resurrección”, cuya alegría de FE y espiritualidad se prolongara más allá de la Fiesta de la Misericordia, porque el 30 de abril se cumplirá un año de la Beatificación de José Gregorio Hernández.
