En medio de la persistente escasez de combustible que continúan padeciendo los venezolanos, las explosiones de vehículos a gas y otros accidentes similares no han cesado. El más reciente ocurrió el fin de semana pasado en la estación de servicio de la avenida Lara, al sur de Valencia, donde una camioneta de Corpoelec explotó mientras el conductor surtía gas. No hubo fallecidos, pero sí al menos tres heridos.
Las causas de este tipo de incidentes pueden ser varias. Sin embargo, la mayor parte del tiempo están asociadas a cilindros deteriorados por desuso o manipulación inadecuada, conexiones irregulares, uso de materiales inapropiados, falta de mantenimiento, entre otros factores que pudieran originar alguna fuga de gas, gasolina o gasoil.
“En el caso del gas vehicular, se trata de un combustible altamente inflamable, que además está almacenado a presión en los cilindros”, explicó el abogado Andrés Monsalve, especialista en seguridad integral. “Es por eso que al entrar en contacto con oxígeno y una fuente de ignición no solo se producirá un incendio sino también la liberación de una onda de choque”.
Según Monsalve, hay tres elementos que, al unirse, ocasionan explosiones como la ocurrida en la estación de servicio de la avenida Lara: el combustible, que en este caso es gas a alta presión; liberación de ese combustible, el cual entra en contacto con el oxígeno; y una fuente de ignición, que puede ser una chispa, combinación eléctrica o energía estática.
Desinstalar y reintalar los cilindros
Jacobo Vidarte, experto en análisis y gestión de riesgos, señaló que muchas personas con vehículos a gas, en años anteriores a la actual crisis por escasez de combustible, decidieron desinstalar los cilindros y ahora los volvieron a instalar, sin realizarles la inspección correspondiente. “No toman en cuenta el deterioro que pueden tener los cilindros producto del desuso o la exposición a la intemperie”, dijo.
“Ojalá tuviéramos un sistema donde podamos hacer las revisiones sin tener que pagar vacuna”, agregó Vidarte en relación a la poca disponibilidad de establecimientos públicos y privados que realicen el servicio de inspección de las bombonas de gasolina vehicular.
La conclusión es unánime: en caso de cualquier duda o necesidad de evaluar las condiciones en las que se encuentra el cilindro y sus respectivas conexiones, es indispensable acudir a expertos. En caso de que los concesionarios no cuenten con el servicio de revisión de los cilindros, un ingeniero mecánico, bomberos o personal de protección civil también pueden ser de mucha ayuda.
Recomendaciones de ambos especialistas:
1. Realizar la inspección del cilindro de gas tantas veces como se le haga mantenimiento general al vehículo.
2. No realizar instalaciones improvisadas, con materiales y cilindros inadecuados. Por ejemplo, todas las conexiones deben ser con materiales de bronce, para no generar chispas.
3. Si el coliseo tenía mucho tiempo en desuso, es recomendable realizar una inspección antes de comenzar a recargarlo.
4. Así como los cilindros de gas doméstico, la vida útil de una bombona de gas vehicular es de entre 21 y 25 años.
5. Acudir a algún concesionario, taller mecánico especializado con certificación o consultar el manual de recomendaciones del vehículo para realizar el mantenimiento del cilindro.
6. Al momento de hacer la recarga de gas, todas las personas a bordo del vehículo deben bajarse.
7. En la medida de lo posible, solo el bombero o el personal de la estación es el que debe encargarse de hacer la recarga.
8. Evitar el uso del celular mientras esté surtiendo gas u otro combustible.
9. Mantener la distancia suficiente entre un vehículo y otro, a fin de garantizar que pueda salir sin perder tiempo en caso de algún incidente o emergencia.
10. Tomar en cuenta la hidratación al realizar las colas a las afueras de las estaciones de servicio.
