Durante los últimos meses se ha registrado un repunte de sucesos fatales en Venezuela vinculados a fugas de gas, explosiones de cilindros o almacenamiento indebido de combustible en áreas residenciales.
En Monagas la explosión de 150 bombonas, ocurrida el pasado 28 de diciembre, cobró la vida de casi una decena de personas y dejó 46 heridos.
Más recientemente, el jueves 11 de marzo, un apartamento explotó en la urbanización El Bosque, al norte de Valencia, causando severos daños al edificio Bosque Sol y otras cuatro residencias adyacentes, presuntamente debido a un escape de gas. Además, al menos siete personas resultaron heridas.
Generalmente este tipo de incidentes que tienen como origen el gas a través de tuberías o almacenado en cilindros ocurren ante la manipulación e instalación de estos sistemas por parte de personas no calificadas, consideró Jacobo Vidarte, comisionado de la Alcaldía de San Diego en materia de gestión de riesgo y eventos adversos.
Durante una entrevista para la sección “El Carabobeño en vivo”, el también ex vicepresidente del Sistema Integrado Protección Civil y Bomberos del estado Carabobo fue enfático al señalar que se debe acudir a expertos, como los bomberos o el personal de Protección Civil, para verificar constantemente las instalaciones de gas.
Según Vidarte, los focos principales de los accidentes en el hogar son tres: la cocina, el baño y cualquier conexión eléctrica mal instalada, por lo que recomendó que todos los miembros de la familia se informen sobre la ubicación en la casa de la válvula de gas y la brequera, en caso de que ocurra algún accidente y deban cerrar el suministro de gas o cortar la electricidad.
Resaltó, además, la importancia de colocar las llaves de la vivienda en una misma ubicación siempre, para evitar perder tiempo si hay que salir con rapidez del sitio. “La falta de costumbre (sobre la ubicación de las llaves) genera una reacción tardía a la hora de un evento no deseado”.
En cuanto a la detección de riesgos para disminuir las posibilidades de que ocurran eventos adversos, el especialista expuso que además de preparar a la familia, también se debe tomar en cuenta el entorno, lo que necesariamente involucra a los vecinos en la elaboración de protocolos de seguridad y prevención.
Por su parte el abogado y especialista en gestión de riesgo Andrés Monsalve, quien también participó en la transmisión de “El Carabobeño en vivo”, explicó que producto de la contingencia generada por la escasez de gas existe un proceso de deterioro progresivo de las instalaciones y tuberías por la que se suministra el servicio.
“Por ejemplo, en una instalación en la que hubo una constante presión de gas, que luego desaparece por meses por la falta del servicio, pero después le vuelven a inyectar presión cuando recargan, allí se genera un problema”, sostuvo.
Para evitar accidentes derivados del suministro de gas, su principal recomendación es realizar pruebas de hermeticidad y presurización de las tuberías, conexiones y válvulas cada vez que se haga una nueva recarga. Sobre todo si en el conjunto residencial tenían meses sin el servicio.
Consideraciones a tomar en cuenta:
-Los cilindros de gas tienen una vida útil de 21 años. No deben exponerse al sol y hay que revisar frecuentemente las conexiones completas que van hasta la cocina.
-Trasladar las bombonas de la manera más segura posible y evitar que se golpeen o se caigan.
-Evitar realizar instalaciones de tuberías o cilindros de gas de forma improvisada, sin la asesoría de expertos.
-Acudir a un servicio técnico especializado, bomberos o Protección Civil antes de realizar cualquier tipo de instalación vinculada con tuberías o cilindros de gas. También para realizar evaluaciones de riesgos.
-Realizar pruebas de presurización y hermeticidad en todos los pasillos y apartamentos del edificio, incluyendo los apartamentos que no estén habitados, cada vez que reciban una recarga de gas.
-Las juntas de condominio, en el caso de residencias que cuentes con sistema de gas central, deben establecer un protocolo de acción en el que se establezca la responsabilidad de verificar las conexiones.
-Toda la familia debe saber la ubicación de la brequera, la válvula del gas y las llaves.
Almacenamiento de combustible
Ante la falta de combustible que marcó todo el 2020 y que todavía persiste, cada vez más personas recurren a la peligrosa práctica de almacenar gasolina o gasoil de forma improvisada en recipientes de dudosa calidad y resistencia, como bidones o pimpinas de plástico, que luego llevan a sus lugares de residencia.
“El almacenaje de material combustible requiere de condiciones de seguridad muy específicas”, recordó Monsalve. “Cuando hablamos de líquidos como el gasoil, la gasolina o el kerosene, ellos emanan vapores, por lo que el contenedor debe tener características de hermeticidad importantes y debe ser resistente”.
Cuando se almacena algún tipo de combustible, por “efecto presión” comenzará a liberar vapor que podría convertirse en una nube inflamable, agregó el también criminalista y criminólogo. Esta nube podría desplazarse hacia otros lugares de la vivienda y al sumarse cualquier fuente de ignición, incluyendo la caída de un objeto metálico que genere una chispa, el resultado sería una “muy dramática explosión”.
Consideraciones a tomar en cuenta:
-Ningún área residencial está acondicionada para almacenar productos combustibles.
-En caso verse en la extrema necesidad de almacenar combustible, hacerlo en recipientes de calidad, con altos niveles de hermeticidad y resistencia.
-Ubicar los recipientes con contenido inflamable lejos de cualquier fuente de ignición
-Un litro de vapor de gasolina puede llegar a alcanzar una nube de calor equivalente al espacio de 700 litros. Por lo que 40 litros, por ejemplo, representa una carga explosiva de 28 mil litros, casi el tamaño de un camión.
-Ante las dudas, acudir siempre a especialistas en análisis y gestión de riesgos.
Vea la entrevista completa a continuación:
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