Adolfo Quintero tiene años como comerciante en el centro de Valencia. Sin embargo, nunca había vivido una época como la actual donde solo puede trabajar una semana y la otra no, mientras los impuestos municipales lo ahogan, luego del alza de un 4400% en la mensualidad, a la que se le suma el alquiler.
Para este mismo mes, pero en 2020, pagaba de impuestos un millón de bolívares y ahora 45 millones, lo que representa un incremento del 4400%, porque ahora se calcula en base al Petro, lo que pone en jaque a muchos comercios de la ciudad, sobre todo porque deben bajar sus santamarías por una semana de cuarentena radical en el país, que no aplicó durante el pasado carnaval.
“Aumentaron los impuestos y el alquiler. Trabajo una semana sí y una no y en esa semana que trabajo alcanza para medio comer y pagar, porque tampoco es que hay muchas ventas. Hoy (martes) solo he vendido un par de chancletas, por eso el Gobierno debería dar inicio ya al trabajo”, dijo el comerciante.
Honorio Ortega también tiene un negocio en el centro de Valencia, que no le da para cubrir los gastos porque los impuestos “están por las nubes”, dice. “Entre la gasolina, los impuestos y solo una semana de trabajo, no vemos ganancia”, agregó.
Pide al Gobierno nacional que les permita trabajar continuamente y que cada persona tome sus medidas ante la COVID-19, porque, asegura, el país necesita salir adelante.
Aunque no paga impuestos, a Luz Marina Parra le ocurre lo mismo. Tiene un pequeño puesto informal de venta de ropa interior que poco puede trabajar. En semana radical o flexible se le complica trabajar porque la Policía Municipal la desaloja. En ocasiones le queda apenas 2$ de ganancia para sobrevivir y mantener a su familia, que integra una persona enferma.