El ingeniero Nizar Richani. (Foto Archivo)

Ciudadanos de distintas zonas del estado Carabobo siguen quejándose constantemente porque no cuenta con el servicio de agua potable, indispensable para llevar una vida normal.

Mientras representantes de Hidrocentro por lo general argumentan que los problemas que se presentan en el suministro, es por fallas eléctricas, expertos en el tema aseguran que esto tiene mucho que ver con la desinversión por parte del régimen.

El ingeniero Nizar Richani al ser consultado al respecto, señaló que el sistema de administración de aguas del estado, es sumamente complejo porque la desinversión en el sector remonta años atrás.

Explicó además que los caudales de agua potabilizada que se deben dar para fortalecer la demanda de los usuarios de los estados Carabobo, Aragua y Cojedes, no existe.

La Gran Valencia con muy poca agua potable

Richani citó como ejemplo el caso de la Gran Valencia, que se surte del Sistema Regional del Centro. Este debe contar con un mínimo de seis mil litros por segundo, para satisfacer el sistema continuamente y en condiciones óptimas para la potabilización. Sin embargo, en promedio no está generando más de dos mil 500 litros por segundo.

De acuerdo a lo indicado por Richani, esto ocurre entre otras cosas, porque el sistema de potabilización no está en condiciones de potabilizar más de cuatro mil litros por segundo, sin ningún tipo de fallas.

Adicionalmente el sistema presenta fallas mecánicas, de control y de servicio eléctrico. Eso se traduce en un sinnúmero de fallas, no solo en el sistema de potabilización, sino también en el de distribución.

Nizar Richani comentó que recientemente se produjo una nueva rotura de una tubería del alimentador del norte, que está en la autopista del este, frente al parque Fernando Peñalver, lo cual colapsó el sistema.

Estima que Hidrocentro debe evaluar por qué reiteradamente se presentan fallas en este alimentador. Debe revisar si es que existe un agotamiento de la tubería de acero, si falta un regulador de presión o lo que sea, para que no sea tan reiterada la rotura.

El experto apuntó que la merma en el sistema de distribución de agua se produce por fallas mecánicas, fallas de capacidad de potabilización en la planta Alejo Zuloaga, y por último fallas en el servicio eléctrico, que en definitiva es la mitad del requerimiento que debe existir para que el agua llegue a los hogares carabobeños.

Subraya que lo mismo ocurre con la parte del Sistema Regional del Centro, que lleva agua al eje oriental de Carabobo y para Aragua. Allí también se presentan problemas con el trasvase Pao La Balsa por fallas eléctricas, y hay falta de capacidad de potabilización en las plantas dispuestas para ello.

“La interrupción de servicio eléctrico, la salida de equipos mecánicos y la rotura de tuberías, hace que en definitiva no haya formas de satisfacer las necesidades de los venezolanos, en lo que tiene que ver con la distribución de agua potable”.

Nizar Richani insiste en que la desinversión es un factor importante que explica lo que está ocurriendo. Pero considera que a esto se le debe agregar inversiones no dirigidas a lo que tiene que ver con la maximización de los recursos.

Estima que en los últimos 10 años ha habido inversiones que no han resuelto el problema.
“En estos momentos no estamos ni siquiera al 50 por ciento de la capacidad instalada y operativa que teníamos en los años 80. A pesar del crecimiento poblacional, 30 años después estamos a la mitad de lo que estábamos a mediados de la década de los 80”.

Precisó que no hay que ser muy analítico para sacar la conclusión de que la inversión no ha sido, ni suficiente ni la más adecuada.

A su modo de ver hay que generar una solución integral que resuelva el problema de los embalses, de la potabilización, la distribución y de control del nivel de lago, que es otra de las variables que influye en la escasez del agua como tal.

LAS QUEJAS SIGUEN

La irregularidad en la prestación del servicio de agua, mantiene en constante angustia a habitantes de distintos sectores de la Gran Valencia.

En algunas zonas, tanto el norte como del sur de Valencia, el agua por tubería llega dos veces a la semana, en el mejor de los casos. Pero en otras los ciudadanos tienen mucho tiempo sin recibir el servicio.

Un ejemplo de ello es la urbanización Parque Valencia, de la parroquia Rafael Urdaneta, donde los vecinos se ven obligados a comprarla a camiones cisterna, a precios bastante elevados. Allí el agua no llega desde hace unos cuatro meses, según reportan los angustiados vecinos. Es decir que este año no han recibido el líquido.

Las únicas comunidades que pueden darse el lujo de tener agua constantemente, son las que cuentan con pozos profundos.




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