María, migrante venezolana, huyó este martes de La Gabarra, en el municipio Tibú, por el conflicto armado en el Catatumbo. «El temor no me dejaba dormir», sentenció.
La ciudadana, oriunda de Barquisimeto, en el estado Lara, precisó que se vio obligada a dejar la zona, junto con sus cuatro hijos, en vista de que la soledad se estaba apoderando del corregimiento. «No quedaba casi gente. El silencio daba miedo», aseveró, según publicó La Nación.
Este miércoles, en horas del mediodía, la venezolana se hallaba descansando en las instalaciones del estadio General Santander, en la ciudad de Cúcuta. «Quiero regresar a mi país, aquí no tengo quién me ayude», dijo tras huir del conflicto entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la región del Catatumbo que ha dejado entre 60 y 80 muertos y más de 38.000 desplazados.
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Dos de sus hermanos, carpinteros, siguen atrapados en la zona, no han logrado salir. «Estoy muy preocupada por ellos. Dios quiera y no les pase nada», exclamó al asegurar que en La Gabarra trabajaba por su cuenta, vendiendo quesillos.
María ya estaba acostumbrada a su vida en el sector, donde sumaba casi dos años. Lamenta que el conflicto armado la haya obligado a abandonarlo.
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