Al menos 66 % de las industrias venezolanas reportó que no cuenta con diésel o tiene un inventario limitado de este combustible que a duras penas le alcanzaría para menos de dos semanas de producción, de acuerdo a una encuesta realizada entre diciembre y febrero por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).
Adán Celis, presidente de Conindustria, alertó este miércoles 17 de marzo que de no darse una pronta solución al suministro de combustible, estas empresas estarían en riesgo de una paralización técnica, ya que se requiere gasoil para el funcionamiento de los montacargas y otros equipos, como las calderas para la generación de vapor o los hornos.
La movilización de la materia prima hacia las industrias, así como la distribución de los productos terminados hacia los centros de consumo, también ha resultado severamente comprometida durante estos últimos meses ante la falta de diésel, ya que el 100 % de las unidades de carga pesada requieren este tipo de carburante para funcionar.
Durante un encuentro virtual con la prensa el vocero destacó que quienes pertenecen al sector primario se han visto especialmente afectados por esta situación, ya que muchas de las cosechas se han perdido ante la imposibilidad de transportarlas. Esto, a su vez, repercute en toda la cadena productiva. “Si no hay azúcar, por ejemplo, muchas empresas de alimentos no pueden operar”.
Según Celis, los cañicultores del estado Portuguesa y otras regiones del país propusieron como solución rápida y a corto plazo la importación de diésel desde Colombia, por vía terrestre a través de camiones cisterna. Comenzaron a adelantar las diligencias pertinentes para obtener los permisos, tomando en cuenta que la ley prohíbe a los privados importar combustible, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.
“Se les solicitaron a las autoridades los permisos necesarios y todavía no los han dado”, dijo el representante gremial, al instar al gobierno venezolano a conceder la autorización. “Mientras, se están parando todas las zafras y las cosechas de caña de azúcar se están perdiendo por falta de gasoil. Ni producen gasoil, ni permiten que lo importen”.
A su juicio, la única solución definitiva que podría poner fin a la falta de combustible es privatizar la industria petrolera, mediante un proceso transparente. “Que vengan los mejores capitales del mundo a invertir en Venezuela, que nos vuelvan a dar empleos de calidad en el sector petrolero y que nos produzcan los servicios que nos merecemos los venezolanos”, agregó.
Resultados del último trimestre de 2020
En la rueda de prensa Celis presentó los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial de Conindustria, correspondiente al último trimestre de 2020. Según sus palabras, se trata de un instrumento que recoge los sentimientos, perspectivas y desarrollo de los integrantes del sector industrial.
Actualmente las industrias del país se encuentran en una situación de sobrevivencia. El 54 % de los encuestados manifestó que opera a apenas 20,5 % de su capacidad instalada. “Ninguna empresa puede ser eficiente así, deben estar trabajando por encima de 70 % de su capacidad instalada para que puedan rendir sus activos”, sostuvo la máxima autoridad de Conindustria.
Son al menos cinco aspectos fundamentales los que más afectaron la fabricación de productos: la baja demanda nacional a causa de la caída del poder adquisitivo, la competencia desleal con productos importados, la incertidumbre del salario, el colapso de los servicios básicos y la escasez de combustible.
Otro elemento que entra dentro de la ecuación es la casi nula disposición de créditos financieros debido al alto porcentaje de encaje legal impuesto por el gobierno. “Un país sin financiamiento no puede crecer”, advirtió al señalar que el 85 % de los recursos encajados en el Banco Central de Venezuela hoy pudieran estar en manos de los venezolanos a través de préstamos bancarios.
No son cifras alentadoras. El 78 % de los industriales consultados consideró que la situación económica del país está en peor estado que en similar período en 2019. Las expectativas de mejora para el 2021 alcanzan solo un 3 %. Además, el 47 % admitió que su situación económica fue peor en 2020.
“No hay perspectivas de mejora. Eso sigue afectando el desempeño de todas las industrias en Venezuela”, aseguró. Esto se ve reflejado en el hecho de que el índice de inversión, que mide la variación histórica de las inversiones realizadas en las industrias, específicamente del período 2018-2020, mantiene su tendencia negativa.
El 87 % de las empresas no presentó crecimiento y el 60 % tuvo una inversión menor que el año anterior. Las pequeñas y medianas industrias fueron las más golpeadas al cierre de 2020, porque “tienen menos capacidad para sobreponerse”.
Los resultados del sondeo revelaron que se observa un marcado descenso en la intención de invertir para el 2021. 65 % no incrementó la contratación de personal y 63 % reportó no haber realizado adquisición de nuevos equipos de tecnología. En las únicas dos áreas en las que hubo un ligero crecimiento fue en la adquisición de sistemas informáticos y el desarrollo de nuevos productos.
Solo una tercera parte de los encuestados reportó aumento de su producción. Celis lamentó que en ocho años el país haya perdido 30,3 puntos en el índice promedio de producción manufacturera. “Son 34 trimestres continuos en negativo”, resaltó.
