A pesar de que José Escalona vive de lo que día a día pueda reunir en su trabajo como albañil, tuvo que perder una jornada completa para dirigirse a la oficina del Banco de Venezuela, de la calle Comercio, en el centro de Valencia, para hacer un sencillo cambio de número telefónico y cobrar sus trabajos, vía pago móvil.
El Banco de Venezuela cuenta con una plataforma web, en la que los usuarios deberían poder hacer sus transacciones bancarias sin necesidad de trasladarse a una sede física, especialmente en tiempos de pandemia. Los cuentahabientes, sin embargo, denuncian que es sumamente difícil acceder a la página, razón por la que pierden horas en colas para hacer reclamos en las oficinas de atención al cliente.
“Yo vengo a afiliar el nuevo número de mi teléfono para hacer un pago móvil. Yo soy albañil y perdí completo mi día de trabajo. Esa página no abre, hagas lo que le hagas”, dijo el trabajador de la construcción José Escalona, que llevaba casi tres horas en la cola para Atención al Cliente.
El Banco de Venezuela fue tomada por el Estado venezolano en el año 2009, durante la gestión del ex presidente Hugo Chávez. Es la entidad que mayor concentración de cuentahabientes en el país, en su mayoría empleados públicos o personas de la tercera edad que reciben el pago de su pensión.
Francisco Pandares tiene 74 años. Acudió desde tempranas horas de la mañana a la Calle Comercio para desbloquear la contraseña de su usuario digital. A pesar de que Pandares no tiene mayores conocimientos del área informática, depende de su usuario para cobrar el “Bono Patria”, lo que lo motivó a madrugar y tomar un autobús desde el sector Ricardo Urriera, para ir a resolver el problema en la oficina del banco. “Se me bloqueó la contraseña. Intentamos hacer todo lo posible para recuperar mis datos en la página, pero no pudimos. Tuve que venir a la sede”.
La falta de conocimientos digitales no es el único calvario de los abuelitos en el Banco de Venezuela, también lo es la escasa disponibilidad de efectivo para poder trasladarse. Ese es el caso de Lirio Blanco, que a sus 76 años tuvo que viajar desde Guacara al Banco de Venezuela, en su sede de la calle Independencia para hacer retiro de efectivo. “Están dando 30 millones. Lo considero bueno, porque antes no daban nada”.