El acuerdo de paz con la guerrilla FARC y la reforma tributaria que entró en vigencia este año «apuntalarán» el crecimiento de Colombia a mediano plazo, aseguró este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Vimos con muy buenos ojos que a fines del año pasado dos fuentes de incertidumbre muy grande que eran la reforma impositiva y el acuerdo de paz, esas fuentes de incertidumbre desaparecieron, o sea que vemos un panorama promisorio», dijo en rueda de prensa Jorge Roldós, jefe de una misión del FMI que terminó este viernes una visita a Colombia.

En su informe final, los técnicos del organismo destacaron que «el acuerdo de paz y la reforma tributaria estructural son hitos importantes que, junto con el programa de infraestructura de las autoridades, apuntalarán el crecimiento inclusivo a mediano plazo».

«La misión elogia el compromiso de las autoridades para implementar el acuerdo de paz y al mismo tiempo proteger la sostenibilidad fiscal, aprovechando prudentemente el espacio fiscal creado por la reforma tributaria», añadieron.

El presidente Juan Manuel Santos celebró en Twitter lo que consideró un «fuerte respaldo» del FMI al «manejo económico» de su gobierno.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) y el gobierno firmaron en noviembre un pacto de paz en el marco del cual los miembros de esa guerrilla adelantan actualmente su proceso de dejación de armas.

En tanto, en diciembre fue aprobada una reforma tributaria que aumentó el IVA de 16% a 19% y permitirá recaudar fondos adicionales para compensar la caída de los precios del crudo.

Según el texto del FMI, también a corto plazo las perspectivas de Colombia «son favorables, pero no dejan de estar expuestas a riesgos».

Así, aseguraron que la reforma y el acuerdo de paz «servirán para estimular la actividad económica» y que «en medio de una mejora de la coyuntura externa y la disipación los shocks internos de 2016 (paro de camioneros, presión inflacionaria por fenómeno El Niño), la misión prevé un leve repunte del crecimiento del PIB real a 2,3% en 2017».

Y destacaron entre los riesgos «episodios de volatilidad financiera y nuevas caídas del precio del petróleo que podrían reducir los ingresos fiscales y provocar la depreciación de la moneda e inflación, en tanto que la incertidumbre política, tanto global como local, podría dañar la confianza y retrasar la inversión».

Colombia es la cuarta economía de América Latina según el Banco Mundial y creció 2% en 2016.




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