No es casualidad. Tampoco es producto de un problema de aguas servidas. El fuerte olor similar a azufre que se respira en zonas de Carabobo, es consecuencia de un fenómeno natural propio de la época.
Se trata de lo que se conoce comúnmente como una vena de agua de origen sulfuroso, con temperaturas medias y altas, que va desde las aguas termales ubicadas en Las Trincheras, en el municipio Naguanagua, hasta las de Aguas Calientes en Mariara, y por el lado norte de La Cumaca en San Diego se encuentra también una posible salida de estos gases, según explicó el comisionado del alcalde de San Diego, en materia de análisis de gestión de riesgo y eventos adversos, Jacobo Vidarte.
Este conducto de agua va desde Diego Ibarra hasta Naguanagua, a través de la cara sur de la cordillera de la costa y al norte de los municipios del Eje Oriental carabobeño. “En algunas partes donde hay grietas o fisuras, por muy pequeñas que sean, hay emisión de este olor que, si se suma a los vientos en esta fechas que son importantes sobre todo en las madrugadas, noches y en las tardes, hace que la percepción de este olor sea a varios kilómetros de su lugar de origen”
La percepción de este olor se hace frecuente en los meses fríos, como los actuales, y los sectores con más posibilidades sentirlos son el norte de Valencia, San Diego, Naguanagua, Guacara, Los Guayos, Diego Ibarra y La Variante Bárbula – Yagua. Además, no se descarta que llegue al extremo noreste de Aragua.
Sin afectación a la salud
Pese a lo que se pudiera pensar, no se ha comprobado que la emisión de estos olores implique algún riesgo en la salud de las personas producto a la inhalación.
“De acuerdo al estudio que hemos hecho de datos históricos, la acumulación de estos gases por partes de millón no son suficientemente importantes para causar afectaciones, ni siquiera en personas sensibles a cuadros alérgicos”.
Vidarte insistió en que este es un fenómeno de origen natural y geológico que ha sido cíclico en Carabobo. “La gente puede confundirlo con un problema de aguas servidas y en ese sentido hemos recibido muchos reportes en el centro y sur de Guacara y en Los Guayos”.
Esto ocurre también en otras partes del mundo y del país, “hemos confirmado que estos olores tienen estos orígenes como parte del comportamiento normal geológico de nuestro planeta”.
