Luego de más de ocho meses sin el servicio de gas doméstico, en horas de la mañana de este miércoles 13 de enero los vecinos de barrio Federación, en Valencia, cerraron parcialmente la avenida Aranzazu a modo de protesta para exigir la recarga de sus cilindros.
Están cansados de esperar. A pesar de que el año pasado pagaron por la recarga de las bombonas, hasta la fecha la Corporación Gas Drácula, administrada por la Gobernación de Carabobo, no les ha despechado el gas.
Ante esa situación, ya desesperados, los habitantes del populoso sector de la capital carabobeña salieron a la calle de forma pacífica a manifestar su descontento. En el medio de la vía pusieron los cilindros vacíos para obstaculizar el paso.
Uniformados de la Policía Municipal de Valencia se acercaron al lugar para evitar que los manifestantes cerraran la avenida en su totalidad.
La escasez de gas doméstico es un problema que se replica en los 14 municipios del estado. Comunidades tienen seis, ocho y hasta 10 meses arreglándoselas como pueden para cocinar. Los constantes apagones dificultan el uso de hornillas eléctricas y no siempre pueden usar leña.
Este lunes 11 de enero Gas Drácula anunció el inicio de unas jornadas como parte del “Plan Cayapa” para intentar “superar el involuntario retraso en la distribución de gas doméstico en la entidad, producto de las insuficiencias del insumo en el ámbito nacional”.
La falta de este producto ha ocasionado el surgimiento de un mercado negro en el que se puede conseguir una bombona llena por 50 dólares, un monto impagable para la mayoría de las familias que dependen del sueldo mínimo, inferior a un dólar.
Carabobo depende del Complejo Criogénico de Jose, en Anzoátegui, para poder abastecerse de gas. Es el mismo panorama para el resto del país. Sin embargo, actualmente se produce solo 30 % de lo que se necesita para cubrir la demanda nacional.