Para centenares de carabobeños el que debería ser un día de preparativos, reuniones familiares y celebración se convirtió en una incómoda experiencia de espera. Ante la aguda escasez de combustible que ha caracterizado a este 2020, muchos se encuentran este jueves 24 de diciembre, en vísperas de la Navidad, en una cola para intentar abastecer sus vehículos.
Tal es el caso de Leonardo Cruces, quien estaba en la cola de la estación de servicio Cabriales, en Naguanagua, desde las 5:53 a.m. del miércoles 23 de diciembre. Hasta este mediodía, más de 24 horas después de que inició su espera, no había logrado surtir porque la gandola de Pdvsa apenas estaba despachando el combustible.
Cruces detalló que el miércoles solo pudieron surtir unos 100 carros y el suyo quedó por fuera. Sin embargo, como les garantizaron que hoy llegaría el combustible suficiente para al menos dos lotes de 100 vehículos, decidió pernoctar en la cola. “Entre Il Portico y Bio pasaron nueve horas”.
A su juicio, es injusto que siendo habitante de un país petrolero tenga que hacer una cola por gasolina en pleno 24 de diciembre. “Pero nos tocó”, agregó. Aunque tiene al menos 167 carros por delante y es el número 68 del segundo lote, no pierde la esperanza de retirarse con el tanque de su carro lleno.
En la misma situación, pero mucho más atrás en la cola, está Karina López. Ella también decidió dormir en su carro e incluso dispuso unas sillas cerca en las que se encontraba junto a dos amigos a la espera. Llegó al lugar aproximadamente a las 7:00 a.m. del miércoles y hoy le dieron su ticket con el número 84 del segundo lote.
“Hay bastante impotencia e indignación porque en estos tiempos estuviéramos preparando y organizando para compartir en familia y lamentablemente hemos tenido que llegar a este estado en el que estamos en este 2020”, dijo López a El Carabobeño. “Estamos confiando en la buena de Dios para que llegue la gasolina, porque de verdad es necesario”.
Este es un panorama que se repite en las pocas estaciones de servicio que se encuentran operativas en la entidad carabobeña. Sin importar si venden combustible a precio dolarizado o subsidiado, en todas hay largas colas.
Aunque el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, señaló recientemente que las refinerías de Venezuela habían recuperado su producción al 100% y estaban cubriendo la totalidad del mercado interno, la realidad es otra: persiste la escasez de combustible.
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