En las personas adictas se sucede una gran cantidad de cambios y alteraciones en diferentes órganos, en especial,en su cerebro.

La drogas actúen aumentando la disponibilidad de neurotransmisores tales como la adrenalina, la serotonina y, en especial, la dopamina, bien sea porque estimulan su producción o impiden su inactivación. Son las que permiten la transmisión de la información de una neurona a otra y luego a un órgano efector.

Ocurre que cuando las drogas, ingresan al organismo se produce una falsa sensación de placer y bienestar, ya que actúan en el sistema límbico, el cual es el sistema de bienestar y recompensa de nuestro cerebro, donde ejerce su acción de forma muy importante y trascendental el neurotransmisor llamado «dopamina».

Las adicciones en general producen una serie de cambios adaptativos en el cerebro que tienen lugar, por una sobre estimulación que se produce al aumentar la disponibilidad de la dopamina.

En primer lugar, se da lo que se conoce como el fenómeno de tolerancia: Un estado de adaptación biológica que se caracteriza porque se disminuye la respuesta que provoca la administración de la misma cantidad de una droga.

Cuando la sustancia psicotrópica ingresa al cerebro produce una serie de efectos en él, estimulando o generando un aumento en la disponibilidad de dopamina, lo cual  a su vez estimula el sistema de placer y recompensa generando una falsa sensación de bienestar.

La exposición continua y sostenida a determinada droga, trae como consecuencia que la persona necesite cada vez una mayor cantidad de droga para poder sentir y obtener todas aquellas sensaciones que se producían al comenzar a consumir la sustancia. En otras palabras el cerebro se “acostumbra” a la sustancia y cada vez necesita una mayor disponibilidad para poder obtener los resultados que se obtenían en el inicio del consumo.

Por otra parte aparece el síndrome de abstinencia: Una serie de alteraciones físicas tales como dolores musculares, vómitos, espasmos, sudoración que se suceden en los adictos al dejar de consumir la droga.

Otra de las alteraciones que se producen en el cerebro es una reorganización de sus estructuras, el uso constante de las drogas trae consigo cambios físicos y estructurales en el cerebro, donde el sistema dopaminérgico no solo altera el funcionamiento del sistema de placer y recompensa, sino que altera también el funcionamiento de la corteza frontal que es la zona del cerebro que nos permite tomar decisiones, hacer juicios y controlar deseos o emociones.

Todo esto trae como consecuencia que en las personas adictas se genere una modificación en los procesos cognitivos, de memoria, de toma de decisiones y, por ende, de su conducta y manera de actuar ante situaciones cotidianas de si vida.

La persona adicta pierde la organicidad y estructura del pensamiento, pero además pierden los afectos lo que crea un caos total en su cerebro que no les permite decidir ni ejecutar acciones coherentes.

Utilizan todo su esfuerzo, ideas, energías e intenciones con la única razón de conseguir la droga, en resumen, estas sustancias terminan por tomar el control total de sus vidas.




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