(Foto: Kevin Arteaga)

Las Trincheras está en emergencia. Así lo sienten sus habitantes desde que el Instituto Carabobeño para la Salud (Insalud), junto a Protección Civil, emitió una orden de desalojo para el Ambulatorio Rural tipo II y el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) ubicados en esta localidad, a causa de los severos daños que presentan ambas instalaciones, al parecer producto de los constantes movimientos de tierra que allí se originan.

Perder estos dos centros de salud era la mayor preocupación de esta comunidad desde que inició la manifestación de un fenómeno natural que todavía no está identificado y que ha provocado grandes fracturas en las estructuras de un gran número de viviendas y calles. Lo que inicialmente fue un temor, este jueves se convirtió en una realidad: el ambulatorio está completamente paralizado y en el CDI solo atienden estrictas emergencias.

(Foto: Kevin Arteaga)

Son más de ocho mil personas las que se quedaron sin atención médica, ya que el ambulatorio más cercano se encuentra a al menos 13 kilómetros de Las Trincheras, en el centro de Naguanagua. «Instamos al Gobierno a que nos dé una solución rápida. Aquí la mayoría no cuenta con los recursos para trasladarse y el transporte público es pésimo», señaló Héctor Puerta, miembro del consejo comunal del sector La Unión.

Puerta aseveró que aunque los vecinos acataron la orden de desalojo, respaldada también por el cuerpo de bomberos de Naguanagua, quieren que los trabajadores y los equipos de las dos instituciones de salud sean reubicados dentro de la misma comunidad. Ante esta solicitud, la respuesta de Insalud fue comprometerse a buscar lugares más seguros en Las Trincheras y equiparlos para retomar el servicio.

(Foto: Kevin Arteaga)

Sandra Miranda, otra habitante afectada, recuerda bien cuando comenzó el problema. Fue en abril de este año, específicamente en los sectores de Barrio Oscuro, Los Jabillos y Los Caracoles. «El 8 de mayo un grupo de especialistas hizo una primera evaluación de la zona y la conclusión fue que en Las Trincheras había un movimiento rotacional de masas».

Este viernes acudieron a Las Trincheras al menos ocho geólogos provenientes de Caracas, quienes durante los próximos días estarán realizando las observaciones correspondientes para realizar un estudio que pueda aportar nuevas conclusiones sobre la situación e indicarán si se pueden recuperar las instalaciones del ambulatorio y el CDI, o si deben ser desalojadas de forma definitiva.

Miranda detalló que el movimiento de la tierra ha afectado también a otros sectores de Las Trincheras como La Belén y la calle Bolívar, donde más de 10 familias fueron desalojadas, luego de que sus casas se agrietaran y se derrumbaran por completo. Lo perdieron todo. «Duele que nos digan que debemos irnos de aquí, porque tenemos toda una vida viviendo en esta comunidad», dijo.

(Foto: Kevin Arteaga)
OTROS SERVICIOS COMPROMETIDOS 

Además de la amenaza de quedarse sin centros de salud, los habitantes de esta localidad deben sortear otras dificultades, como el deterioro de la vialidad. En varias calles y avenidas principales se pueden observar desniveles pronunciados que dificultan el tránsito vehicular, e incluso peatonal. Si las vías de llegasen a ceder, centenares de familias quedarían completamente incomunicadas.

Los servicios de agua y electricidad también están comprometidos. El tubo matriz que surte a toda la comunidad del vital líquido quedó al descubierto y ya estuvo roto en una oportunidad, mientras que varios postes del tendido eléctrico están a punto de caerse, a causa de las irregularidades en el suelo.

(Foto: Kevin Arteaga)
COMERCIOS AFECTADOS

El fenómeno natural presente en Las Trincheras acabó con el negocio familiar de Yaneicy Mendoza y su madre. Hasta hace un año ellas tenían un negocio de venta de comida rápida. «Se le hicieron unas rajas a las paredes del local. Luego toda la estructura se desniveló y la puerta no cerraba, hasta que un día todo se vino abajo».

Estuvimos sin sustento económico por mucho tiempo tras el derrumbe, sostuvo Mendoza, quien desde hace 15 días vende pan en una pequeña mesa dispuesta a escasos metros de los escombros que quedaron de su antiguo local. Alrededor de tres comerciantes más se vieron afectados por la situación.

(Foto: Kevin Arteaga)
TRANSPORTE PÚBLICO DEFICIENTE 

Según narraron varios vecinos, durante un tiempo hubo una cooperativa de transportistas que le presentaban el servicio a la comunidad, pero luego algunos decidieron no seguir cubriendo la ruta y a los que se quedaron, se les dañaron los autobuses y no los pudieron repararlos por los altos precios de los repuestos. De un momento a otro en Las Trincheras se quedaron sin transporte público.

Para solventar la situación, recientemente el gobierno regional les asignó dos autobuses de TransCarabobo, conocidos popularmente como «los rojitos». Aseguran que no son suficientes para cubrir la demanda y que además, tienen que esperar entre una o dos horas como intervalo entre cada viaje.

Algunas veces se deben trasladarse en las plataformas de los camiones por la ausencia de trasporte público. (Foto: Kevin Arteaga)

Los habitantes de Las Trincheras han acudido a diversas instancias desde abril, cuando comenzaron a reportarse los movimientos de tierra, pero hasta el momento no han tenido respuestas concretas. Todos tienen la esperanza de que los resultados del nuevo estudio que realizarán los geólogos sean favorables para la comunidad.

Con el paso de los días, los servicios básicos colapsan aún más y el riesgo de que esta localidad quede completamente incomunicada solo aumenta. En medio de la incertidumbre, la angustia y la preocupación que viven, ellos mismos se declararon en emergencia.

 

 

 




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