Un grupo de manifestantes opuestos al golpe de Estado militar en Birmania salieron a las calles de madrugada en la ciudad de Mandalay (centro) el lunes, un día después de una mortífera represión en la que murieron ocho personas.
Desde el golpe de Estado del 1 de febrero, que derrocó a la líder civil Aung San Suu Kyi, las protestas diarias fueron reprimidas violentamente por la junta.
Unas 250 personas fueron asesinadas, y más de 2 mil 600 detenidas, según datos de la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP).
Los opositores al golpe decidieron manifestarse día y noche para intentar frustrar la sangrienta respuesta de las fuerzas de seguridad.
Piden a la ONU intervenir
A primera hora del lunes, los manifestantes, incluidos profesores, se manifestaron en Mandalay, la capital cultural del país. Algunos llevaban pancartas pidiendo la intervención de la ONU.
El domingo, ocho personas murieron en esta ciudad y alrededor de 50 resultaron heridas, dijo una fuente médica a la AFP. Por la noche, los monjes celebraron una ceremonia con velas.
En una parte de la ciudad se escucharon disparos de armas automáticas alrededor de las 23H00 hora local (16H30 GMT).
En Rangún, la capital económica, también hubo protestas en la madrugada del lunes en algunos barrios.
© Agence France-Presse