La escasez de gas doméstico llegó a los asilos. Levantarse más temprano, cortar árboles secos y recolectar leña para cocinar es la rutina que han adoptado las monjas de la Casa Hogar San Vicente de Paúl en Naguanagua, para poder llevarle el alimento a los abuelitos que viven en el lugar.
Sor Carmen Prada, una de las monjas responsables del asilo, indicó que desde hace más de una semana se encuentran a la espera del suministro de gas doméstico. Aseguró que es la primera vez que pasan tanto tiempo sin el servicio.
Cocinar con leña hace que la faena resulte más difícil. Sor Carmen contó que tres personas son las encargadas de preparar los platos de comida para más de 150 abuelitos que tienen a su cargo. Sin embargo, una de ellas se cayó cuando estaba cocinando y se quemó la mano, por lo que ahora las labores recaen solo en dos personas.
Dolor e indignación
Leslie Rojas, vocera de la casa hogar, calificó la situación como desesperante. Tiene 70 años, está triste e indignada. Le preocupa que sus compañeros se enfermen por la exposición al humo que implica cocinar con leña. Hay abuelos que tienen más de 100 años de edad y son los más vulnerables. “Me da mucho dolor. ¿Cómo es posible que en una casa dónde nos quedemos más de 150 personas no haya una bombona de gas?”.
Según Sor Carmen, no han obtenido una respuesta oficial sobre las fallas en la distribución del producto. Solicitó a las autoridades atender la problemática que coloca en riesgo la salud de los abuelos.
El pasado lunes, el presidente de la Corporación del Gas en Carabobo (GasDrácula), José Parada, aseguró que el suministro de gas en la región se regularizaría en cuatro o cinco días.
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