Usuarios indignados se quejaron porque la mayoría de los transportistas comenzaron a cobrar este lunes 500 bolívares por el pasaje, pero siguen incumpliendo las rutas.
Como ocurre diariamente, este lunes las paradas se vieron abarrotadas de pasajeros que querían llegar a su destino. La sorpresa que recibieron fue que la tarifa de 300 bolívares, aprobada por las alcaldías el 15 de julio, ya no tiene validez porque los transportistas se reunieron y decidieron unilateralmente incrementarla en 500 bolívares.
Lo que si no acordaron fue corregir la irregularidad de no cumplir con sus rutas y aplicar trayectos cortos, que no están permitidos por las autoridades municipales. Esto obliga a cualquier persona a tener que pagar doble pasaje, para trasladarse desde la capital carabobeña hasta cualquier municipio de la Gran Valencia.
“Pasaje a 500 bolos”, gritaba un adolescente desde la puerta de un autobús, luego de advertir que los usuarios debían cancelar al subir a la unidad.
José Luis Mendoza expresó que las autoridades deben ponerle freno al abuso de los conductores, porque están aumentando el pasaje cada vez que les da la gana.
“Los pasajeros estamos sometidos a abusos constantes. Cobran caro y no cumplen las rutas”.
UNA MADRE ANGUSTIADA
Mónica Iriarte intentaba llevar a su hija al hospital Carabobo porque tenía cita. Tenía 45 minutos esperando transporte en la avenida Universidad de Naguanagua, pero todas las unidades pasaban repletas.
Comentó que la desesperación la estaba embargando, porque pensaba que no iba a llegar a tiempo. Para completar no tenía dinero para pagar un taxi, porque las carreritas también están carísimas.
La alternativa que tenían los usuarios de Naguanagua era subirse en una camioneta pick-up, pero también cobraban 500 bolívares. Aunque esta no es la opción para las personas de la tercera edad, por el riesgo que representa subirse o bajarse de este tipo de vehículo.
“Los viejos siempre llevamos la de perder”, exclamó Irma de Segovia, una anciana que intentaba llegar la Vivienda Rural de Bárbula.
Ana María Bastardo señaló que ya no podrá salir a la calle a hacer diligencias, porque su marido gana salario mínimo y no puede pagar dos mil bolívares en pasaje para ir al centro de Valencia. Según señaló, para colmo tiene que caminar varias cuadras porque las camioneticas ya no quieren entrar para barrio Unión.