Entre la primera y segunda semana de marzo se registró un descenso de al menos 58 % en la movilización de alimentos debido a la persistente escasez de gasoil que hay en Venezuela, según datos del Sistema de Monitoreo de Movilización de Cargas Alimentarias que administra la ONG Ciudadanía en Acción.
El sociólogo Edison Arciniega, director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, fue enfático al advertir este lunes 15 de marzo que, de mantenerse la falta de diésel necesario para los procesos productivos en el país, comenzarán a verse las consecuencias en los anaqueles de los mercados y establecimientos comerciales.
De acuerdo los resultados del Sistema de Monitoreo de Movilización de Cargas Alimentarias, citados por Arciniega, la caída en el despacho de carne bovina desde los centros de beneficio hasta los lugares de consumo fue de 62 %. Mientras que en el caso de los pollos beneficiados, fue de 53% de los niveles estimados.
Durante la primera quincena del mes en curso, la distribución de huevos de aves con destino a los establecimientos de consumo reportó un derrumbe de 55 %, sostuvo el vocero de la ONG. Entre tanto, la cifra alcanzada en la movilización de las hortalizas, raíces, tubérculos y feculentos fue 64 % menos.
En cuanto al traslado del pescado de río, agregó el director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, el desplome fue más significativo que el resto de las proteínas de origen animal: llegó a 73 %. Por su parte, la caída de los alimentos procesados secos, de todo tipo, fue de 52 % aproximadamente.
Arciniega detalló que en el mismo período ocurrió una disminución general en las cargas desde los puertos hacia los nodos agroindustriales, que alcanzó el 83 %.
Alertamos que la profundización del desabasto de gasoil en Venezuela impactará en forma severa los anaqueles la semana entrante, de no revestirse la tendencia. Observamos a través de nuestro Sistema de Monitoreo de Movilización de Cargas alimentarias:
— Ciudadania en Acción (@CiudadaniaEnAC) March 14, 2021
¿Por qué Venezuela se quedó sin gasoil?
Gracias al desmantelamiento progresivo de Pdvsa durante los últimos años, la industria petrolera venezolana se encuentra sumida en una aguda crisis. Presuntos casos de corrupción, desinversión, falta de mantenimiento, ausencia de personal calificado y politización de la empresa la redujeron a restos de instalaciones parcialmente operativas.
La baja producción de petróleo al occidente del país, por ejemplo, limita el procesamiento en el Complejo de Refinación Paraguaná (CRP), en Falcón, cuyas refinerías (Amuay y Cardón), junto a la de Puerto La Cruz, son las que se encuentran produciendo gasoil, aunque al mínimo de su capacidad instalada y de forma intermitente.
Estimaciones de Econométrica revelan que se reporta un déficit promedio de 15 mil barriles por día (bpd) de diésel, tomando en cuenta que la producción estaría rondando los 30 mil bpd y la demanda sería de al menos 45 mil bpd.
Entre tres y cuatro millones de barriles de gasoil es lo que le queda almacenado a Pdvsa, de acuerdo a la firma de asesoría económica y financiera. De ahí derivan las severas restricciones en el suministro de este combustible que padecen empresarios, productores y transportistas.
Venezuela es uno de los pocos países de la región cuyas conexiones ferroviarias son prácticamente nulas. Según cifras de la Cámara Regional de Carga, más del 98 % de los bienes y productos que consume la población se movilizan vía terrestre. Aunado a eso, el 100 % de las unidades de carga pesada usa diésel.
