El estiramiento facial con hilos tensores es una alternativa no quirúrgica y menos invasiva que el lifting facial. Está indicada en aquellos pacientes que empiezan a presentar los primeros signos de envejecimiento y flacidez cutánea, a partir de los 35 años.
Es un procedimiento ambulatorio, sin anestesia, con resultados inmediatos. El médico especialista inserta un hilo delgado de PDO (polidioxanona, un material de sutura reabsorbible) en el área a tratar con el fin de eliminar la flacidez de la piel y dar un aspecto más juvenil.
Este tipo de material no produce alergias ni efectos adversos. Estos hilos tienen un efecto tensor elevando la piel flácida; estimula la síntesis de colágeno, ayuda a activar la circulación sanguínea y a la formación de nuevos vasos sanguíneos. Elimina las líneas finas de expresión. Permite el engrosamiento de la piel y permite reposicionar el tejido graso.
Existen diferentes tipos de hilos y diferentes técnicas, dependiendo de las necesidades del paciente y sólo el especialista está capacitado para orientarte y decidir la técnica más efectiva, según tus necesidades.