Héctor Guerrero Flores, más conocido como el «Niño Guerrero», es el cabecilla del Tren de Aragua, el mayor grupo de crimen organizado del país y uno de los más importantes de América Latina.
Su centro de operaciones era la cárcel de Tocorón, ubicada a unos 140 kilómetros al suroeste de Caracas, que este miércoles fue intervenida por miles de policías y militares con el fin de desarticular a las bandas criminales.
Las autoridades venezolanas aseguraron que lograron tomar el control total de la prisión, sin embargo, no precisaron qué ocurrió con los líderes de la organización criminal.
De esta forma, hasta el momento no hay información oficial sobre el paradero del «Niño Guerrero», solo especulaciones que apuntan a que habría logrado escapar del recinto antes de la redada.
Los pranes se habían escapado hace días
«Capturaron a una población donde no hubo resistencia. Nosotros tenemos información que dice que los ‘pranes’ (nombre que reciben los líderes de las pandillas carcelarias en Venezuela) se habían escapado hace días», le dijo a BBC Mundo Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
No obstante, el gobierno de Venezuela dijo que la operación cumplió con éxito el desmantelamiento de la red criminal.
«Hemos impedido una fuga masiva y hemos controlado a todos los privados de la libertad y también hemos capturado a algunas personas con armamento», dijo el Ministro para Relaciones Interior, Remigio Ceballos.
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Por su parte, a través de su cuenta de Twitter, el presidente Nicolás Maduro felicitó a los efectivos a cargo de la intervención y añadió: «¡Vamos hacia una Venezuela libre de bandas criminales!».
Pero ¿quién es el «Niño Guerrero», el venezolano que se ha convertido en uno de los criminales más conocidos de la región?
Orígenes
Héctor Rusthenford Guerrero Flores nació y creció en Maracay, capital del estado de Aragua, en la región central de Venezuela.
De acuerdo con informes públicos del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, comenzó a incursionar en la criminalidad a principios de los 2000.
En 2005, fue acusado de disparar contra un policía que posteriormente falleció.
Las autoridades lo detuvieron en 2010, cuando ingresó por primera vez a la cárcel de Tocorón, por cargos de tráfico de drogas, homicidio y robo.
Dos años después, sin embargo, logró escapar, volviendo a cometer diversos delitos que lo llevaron a ser uno de los delincuentes más buscados en Venezuela.
Fue recapturado en 2013 y trasladado nuevamente a la cárcel de Tocorón.
En 2018 fue condenado a 17 años de cárcel por los delitos de homicidio, tráfico de drogas, usurpación de identidad y ocultamiento de armas de guerra, entre otras imputaciones.
Expansión del Tren de Aragua
Pero estar en prisión no significó que el «Niño Guerrero» abandonara la vida delictiva.
Todo lo contrario.
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Fue desde Tocorón que construyó su poderío, convirtiéndose en el «pran» más importante del país.
«Cuando él ingresó nuevamente a la cárcel, en 2013, el Tren de Aragua todavía era pequeño, estaba circunscrito a Tocorón. Pero a partir de su liderazgo, empezó a crecer y a fortalecerse», le dice a BBC Mundo Luis Izquiel, abogado penalista y profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela.
Izquiel explica que primero se tomó un barrio del estado de Aragua, llamado San Vicente, convirtiéndolo en su «feudo criminal».
Lee la nota completa en BBC Mundo.
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