sistema eléctrico
(Foto referencial)

María Fernanda López siente que está lejos de vivir en el siglo XXI. Ella compara su día a día con el de su prima, de la misma edad, profesiones similares y ambas tienen un bebé de meses, y es totalmente diferente. María Fernanda está en su ciudad natal en Valencia, estado Carabobo, y su prima está en Europa desde hace siete años.

Siempre está apurada tratando de ganarle la carrera a la próxima interrupción eléctrica que no sabe cuándo será ni por cuánto tiempo. Lo que sí es seguro, es que llegará pronto. Lava, cumple con su trabajo online, atiende a su hijo, cocina, limpia la casa… Todo con la angustia de que en cualquier momento todo se apagará y no tendrá chance ni de avisar a sus jefes porque suele quedarse hasta sin señal en su celular.

Su prima no puede creer que eso ocurra en la ciudad en la que vivió hasta sus 20 años. “¿Cómo haces para planificarte?”, le pregunta a María Fernanda, quien solo responde que esa es una tarea imposible de cumplir en la región de Venezuela que parece estar de vuelta al siglo XIX, según alertó el consultor internacional de riesgos y generación de energía, José Aguilar.

Se trata de Amazonas, Aragua, Bajo Apure, Bajos Mirandinos, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guárico, Portuguesa y Yaracuy, que es, en términos eléctricos, el área central del país y la más extensa.

“Está yendo de vuelta peligrosamente al siglo XIX con una altísima indisponibilidad termoeléctrica de sus plantas. De más de seis mil 50 MW (megavatios) instalados en esos estados… casi el 96 % está indisponible. Carabobo que tiene más de cuatro mil MW instalados apenas funcionan 138 MW, casi 97 % indisponible. En Aragua, sus más de 500 MW instalados están en cero, 100 % indisponible”.

El ingeniero resaltó que, en el caso de Carabobo, donde se invirtieron más de 4 mil millones de dólares para el sistema, con Estados Mayores Eléctricos, Planes Cayapa y otras campañas, “todo está inservible y lo que la alumbra son dos unidades que dejó la IV República. Esto es como decir que esta amplia región del país, otrora motor de industrias y comercio de alto valor agregado para la economía nacional, está yendo de vuelta a la ruralidad del siglo XIX en pleno siglo XXI”.

electricidad
Planta Centro, la termoeléctrica más grande de Carabobo, está sin generación (Foto: Dayrí Blanco)

El especialista aseguró que el agravamiento de Carabobo y la Gran Valencia se ha incrementado porque la última unidad que le quedaba en generación, de la Planta Pedro Camejo, dejó de funcionar, ya que la dejaron trabajar por siete años adicionales de los primeros seis cuando le correspondía su mantenimiento mayor.

Apartheid eléctrico

Los datos de Aguilar indican que, en Venezuela, la generación termoeléctrica está por debajo de dos mil MW en disponibilidad, es decir casi el 90 % de los MW instalados está indisponible.

Y esa es solo parte de la causa de que María Fernanda viva en una angustia constante por el próximo apagón. Se incluye también el creciente abandono de los sistemas de transmisión y distribución de Corpoelec y serios problemas que representan las fallas con el suministro de los combustibles requeridos para las plantas.

“La distribución es la cenicienta, y está en un estado de gran abandono, eso complica la calidad del servicio. La estatal eléctrica ha dejado que esto se le vaya de las manos y no tiene la capacidad de respuesta para corregirlo”.

En cuanto a la hidroeléctrica, en el contexto del Bajo Caroní que representan las plantas de Guri, Caruachi y Macagua, de sus 52 unidades sólo funcionan 35. “Esto ha hecho que el centro eléctrico de Venezuela sea ultra dependiente de la energía hidroeléctrica proveniente de la región Guayana, a través de un sistema limitado de transmisión troncal”.

Fenómeno climático El Niño
La Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como la Represa de Guri. (Foto archivo / cortesía: Corpoelec)

El ingeniero dijo que la provincia de Venezuela es, eléctricamente hablando, para la actual administración pública nacional “ciudadanos de segunda clase”, por lo que se aplica un “apartheid eléctrico” que hace que todos los MW se direccionen hacia la capital de Venezuela.

“Es por eso que tienen al centro y al resto de Venezuela sitiados por bajones y apagones que resultan en fuertes racionamiento”.

No es un problema de demanda

En el edificio donde vive María Fernanda cada vez hay menos habitantes. Hay apartamentos vacíos o familias con menos integrantes, como consecuencia de la migración. Y es una realidad que se refleja en el consumo eléctrico.

“La demanda nacional este año 2023 lleva una trayectoria que la pone en un rango inferior al 3 % por debajo del año 2022 cuando se ubicó en 12 mil 755 MW. Es decir, no es un problema de demanda de los diversos usuarios del sistema eléctrico venezolano, es la inhabilidad de la estatal eléctrica de poder suplirla con confiabilidad y calidad. Esto tiene una lectura inequívoca Venezuela no se arregló”.

Aguilar acotó que cada vez que el parque de generación tiene que superar los 11 mil MW, se comienza a estresar, “por el abuso y la sobre exigencia de sus unidades por ausencia de mantenimiento, una operación deficiente y negligente por parte de la estatal eléctrica”.

Una crisis anunciada

En 2018 ya había fallas eléctricas en la zona de Valencia donde vive María Fernanda, pero no eran tan constantes. Actualmente, ella cuenta que hay al menos una interrupción al día y nunca se sabe por cuánto tiempo. Otros días son hasta tres y cuatro apagones los que debe enfrentar.

Pero ya hace casi cinco años, el ingeniero Aguilar advirtió que esto podría ocurrir. En esa oportunidad dijo que Valencia estaba por convertirse en la segunda Maracaibo, ciudad que tenía varias zonas que en ese momento pasaba hasta días enteros sin servicio eléctrico.

“Ya Carabobo es parte de la nueva cola del sistema eléctrico junto con los estados centrales antes mencionados, a los que se le suman los estados: Zulia, Mérida, Táchira, Trujillo, Lara y Barinas. Son 16 entidades del país, es decir dos tercios de Venezuela. Es hora de tomar la decisión de que ya basta. Para ello la sociedad venezolana tiene que dolerle el país y ponerle un parao a esta calamidad”.

Para Aguilar, la única manera de solucionar la crisis eléctrica paraque María Fernanda y el resto de los habitantes de la región central del país se enrumben a una vida propia del siglo XXI, es un cambio en el gobierno.

“Por uno que sea honesto, que libere la creatividad, atraiga las inversiones para poner a trabajar plenamente a Venezuela. Eso no es posible con la administración actual ya que es muy viciada y carece de capacidad de rectificación. El cambio que Venezuela requiere no es un quítate tú para ponerme yo… Basta de populismo y demagogia. Son tiempos de claridad, de gran honestidad, mucho trabajo y gran destreza técnica financiera, de profesionales éticos de gran capacidad, no de charlatanes y de fichas políticas”.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.