Los vecinos están cansados de la escasez de agua. Foto Kevin Arteaga

Los habitantes del norte de Naguanagua no se resignan a vivir sin agua. Hay comunidades que tienen hasta seis meses sin el servicio, por lo que este martes 22 de diciembre una vez más la indignación los motivó a salir de sus casas a manifestar su descontento en las calles.

Se trata de más de 14 mil familias, que viven entre el puente de Bárbula y Colinas de Girardot, las que están sin servicio de agua a través de tuberías debido a que seis de las siete bombas instaladas en los sistemas de rebombeo Bárbula I y II se encuentran dañadas. Según sus denuncias, no han encontrado respuestas por parte de las autoridades.

Foto Kevin Arteaga

Ante este panorama de sequía total, al norte del municipio algunos deben decidir entre comer o comprar agua para poder hacer actividades tan cotidianas como cocinar o darse una ducha. Mariela Orozco, una de las afectadas, señaló que les toca pagar cisternas que cuestan hasta 30 dólares. “Hemos decidido no hacer el Mercado completo o no hacerlo para comprar agua.nuestro sueldo es de un dólar y medio”.

A Mariela, quien vive cerca del barrio La Luz, le preocupa que hasta la fecha no le hayan encontrado soluciones a esta situación en medio de la pandemia de COVID-19, tomando en cuenta que una de las principales recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales para evitar la propagación de la enfermedad es el lavado frecuente de las manos con agua y jabón.

Delcy Mejías ha vivido toda su vida en Naguanagua. Primero en La Luz y actualmente en el sector I de Colinas de Girardot. A su juicio, es injusto que miles de personas tengan que vivir sin agua, estando en un municipio acuífero.

“No es posible que en este sector nadie se ha abocado a escucharnos”, dijo a El Carabobeño durante la concentración. “No es posible que nuestros niños y nuestros ancianos tengan que ir caminando todos los días hasta la estación del ferrocarril y cruzar la autopista para buscar agua”.

Foto Kevin Arteaga

Para Francisco Morales, habitante de Colinas de Girardot, la escasez de combustible empeora el problema del agua, porque les impide salir a buscar o comprar botellones. “Tenemos que estar por unlado buscando gasolina y por otro buscando agua. No nos da tiempo de salir a trabajar muchas veces porque tenemos que andar de cola en cola”.

La falla de los servicios es generalizada. Los vecinos reclamaron, además, por el servicio eléctrico, falta de gas, alumbrado público, las malas condiciones de las calles y vías y el desbordamiento de las cloacas. “Estamos cansados, necesitamos ayuda”, decía una de las pancartas.




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