El Tribunal Superior de Kenia declaró hoy culpables a tres agentes de policía y a un informante del asesinato de un abogado pro derechos humanos, Willie Kimani, su cliente y su conductor en junio de 2016, después de que estos denunciasen un presunto caso de abuso policial.
La corte keniana, con sede en Nairobi, aún no se ha pronunciado sobre la sentencia contra estas cuatro personas -el sargento Fredrick Ole Leliman, los agentes de policía Stephen Cheburet y Sylvia Wanjiku, y el informante Peter Ngugi-, que se dará a conocer en sesenta días, según recogieron los medios locales.
El tribunal absolvió de todos los cargos a un quinto acusado por falta de pruebas, el sargento Leonard Mwangi.
«Todavía estoy triste por la muerte de mi hijo (…). Murió y me dejó sola (…). Es una buena decisión, pero no tan buena para mí y mi familia», dijo el padre del abogado, Paul Kinuthia, tras conocer el fallo, en declaraciones a medios kenianos.
Tribunal de Kenia culpa a tres policías
Willie Kimani, de la ONG estadounidense International Justice Mission (IJM), era el abogado de Josphat Mwenda, quien denunció a la Policía keniana después de recibir un disparo sin motivo aparente durante un control de tráfico en abril de 2015.
Sus cadáveres fueron hallados el 1 de julio de 2016 junto al del conductor de ambos, Joseph Muiruri, en un río de la ciudad de Machakos, en el centro del país.
La noticia de sus muertes causó una gran conmoción en Kenia, donde se vivieron manifestaciones multitudinarias para exigir el fin de las ejecuciones policiales que se practican con impunidad.
El Colegio de Abogados de Kenya (LSK) acusó a la Policía de secuestrar a estos tres hombres después de que Mwenda se negara a retirar los cargos contra el agente que le disparó.
Detenidos por la Policía
Según la ONG pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), los tres fueron vistos por última vez en el juzgado de Mavoko, en Machakos, el 23 de junio y se cree que tras la vista oral fueron detenidos por la Policía, por lo que HRW sospecha que fueron víctimas de una desaparición forzosa.
Josphat Mwenda recibió un disparo de un agente de policía en una control de tráfico en abril de 2015 y, después de recibir atención médica, fue trasladado a una comisaría, donde fue acusado de posesión de narcóticos, apuestas en un lugar público y resistencia al arresto.
Sin embargo, IJM consideró que los agentes fabricaron acusaciones falsas contra Mwenda para justificar su agresión.
Numerosas organizaciones denuncian en Kenia constantes abusos de las fuerzas de seguridad del país, incluidos asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzadas.
La plataforma keniana de organizaciones pro derechos humanos Missing Voices (Voces Perdidas) documentó más de 530 asesinatos extrajudiciales o desapariciones forzadas a manos de la Policía desde 2018.
