Los vecinos de la comunidad Los Libertadores, ubicada en la parroquia Güigüe, del municipio Carlos Arvelo, enfrentan a diario una crisis en los servicios públicos que afecta incluso la educación.
En la zona, donde viven un estimado de 800 familias, el ambiente es similar al de otras áreas en el municipio: calles sin asfaltado, cortes de luz diarios, retrasos en la distribución de gas y fallas en el abastecimiento de agua.
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Una vecina de Los Libertadores, que prefirió resguardar su identidad, mostró cómo en la sala de su casa la principal decoración es un gran tobo y botellas reutilizables que usa para almacenar agua. Explicó que la llegada del líquido es inconsistente y depende de las reservas, que cada dos días debe cambiar porque el agua se torna amarilla y con un olor putrefacto.
Comentó que la mayoría de las casas son de verano, ya que cuando llega el invierno, con las lluvias, la mayoría se inunda. Dijo que las tuberías suelen taparse por la cantidad de familias y el poco mantenimiento. “Aquí las palabras (denuncias) se las lleva el viento. ¿Qué puedo decir yo? ¡Estamos como en Cuba!”.
El pozo que surtía a la comunidad, ubicado en el barrio El Carmen, dejó de funcionar ya que la bomba se dañó. “A mí me llega agua en la noche. Me ha tocado esperar desde las 4:00 de la tarde hasta las 8:00 de la mañana para llenarlo”.


Días a oscuras
La mujer hoy se dedica a vender postres y preparar almuerzos para sobrevivir, a pesar de que en Los Libertadores no es una tarea fácil. En la comunidad, el servicio eléctrico y la distribución de gas no son regulares. “Uno compra su gas, pero no te lo traen a los 15 días. Tienes que esperar hasta tres meses para que te lo traigan”.
El servicio eléctrico tampoco es confiable. La luz se va de dos a tres veces al día, por hasta 8 horas, aunque suele variar: “Últimamente se está yendo seguido. Hay muchos artefactos que se han dañado”.
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Los camiones de aseo oficiales dejaron de circular en Los Libertadores. Ahora fueron sustituidos por camiones sin identificación que cobran 20 bolívares semanales por casa. “No es justo, porque hay personas que están peor que yo”.

Abandono parcial
La Unidad Educativa “Los Libertadores” es una institución pública que forma a niños de la comunidad hasta el sexto grado de primaria. En la escuela, que alberga una sección con un aproximado de 30 alumnos, el desgaste aumenta con los años.
Según vecinos, cuando llueve, la escuela sufre filtraciones de agua a través del techo. Aunque la zona donde se imparten clases no ha sido tan afectada, varios salones de la escuela permanecen en un abandono parcial.
Lo que en un momento fueron salones de cultura o espacios donde llegaban psicólogos para asistir a los niños, actualmente es solo un espacio sin uso. “Antes eso eran grados, había una psicóloga para quienes tenían necesidades especiales. Ahora está deteriorado. Mira la cerca. Antes hacían presentaciones allí”.
