Venezuela se acerca con rapidez a un estado de hambruna. Denominación que definen los organismos internacionales como la situación en la cual el 30% de la población está desnutrida, según la nutricionista Ariana Araujo.

Esta afirmación se basa en los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según los cuales “en el país hay un 13% de desnutrición” que va en ascenso, agregó Araujo, también especialista en Psicología de la salud y creadora del Método Coma (Cambiar Organizadamente la Manera de Alimentarnos).

Para medir la situación de seguridad alimentaria en el mundo, la Organización Mundial de la Salud utiliza la siguiente escala: hasta un 5% de desnutrición es aceptable, 10% es alarma, 15% emergencia y cuando alcanza 30% se declara la hambruna.

Araujo recordó que la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (ENCOVI) 2017 reveló que 87% de los hogares venezolanos se encuentran en condición de pobreza y en 80% ingieren dos o menos comidas al día.

Comer mejor

Frente a esta difícil situación se hace necesario tomar mejores decisiones para alimentarse en el marco de un contexto de hiperinflación y escasez, apunto la nutricionista. “No hay alimentos específicos que las personas deban comprar, sino que deben comparar precios dentro de los grupos de alimentos (proteínas y lácteos; cereales y farináceos; vegetales y frutas) y ver cuál es la opción que rendirá más mientras mantiene un alto valor nutricional manifestó.

Por ejemplo, entre una harina de maíz  precocida y el pan, la mejor alternativa es la primera porque rinde para 20 arepas, causa mucho más saciedad y tiene un alto valor nutricional, mientras el segundo sólo alcanza para 8 sándwich, expresó.

En los casos que no haya acceso diario a proteínas de alto valor biológico es preferible combinar los cereales (maíz, trigo, avena, arroz) con alguno de los otros 3 grupos, como son: las oleaginosas (maní, pistacho o almendras), leguminosas (todos los granos) y tubérculos (papa, yuca, ocumo). “Un par de buenas combinaciones son el arroz con lentejas o la arepa con caraota”, refirió.

Las proteínas de origen animal “tienen alto valor biológico ya que aportan los 9 aminoácidos esenciales”, pero Araujo reconoció que por el alto costo de la carne, el pollo, el pescado y los huevos, mucha gente “no tiene como adquirirlos”.

Pero, no se puede obviar la proteína animal porque, excepto que se ingieran en forma de suplementos, son la mejor forma de obtener hierro de buena disponibilidad y vitamina B12. “Se puede hacer el esfuerzo de ingerirla una o dos veces a la semana o comprar vísceras o sardinas que son las más baratas”, recomendó.

Otra alternativa es comprar alimentos, prepararlos y conservarlos, para que duren más tiempo, mediante métodos como el ahumado, salado, envasado al vacío, refrigeración o la deshidratación. “A la larga es más barato, pues una salsa de tomate casera o unas berenjenas a la vinagreta puede durar más de un año si se envasan al vacío”, acotó.

Cuidado con la diabetes

Como producto de la crisis económica que se ha exacerbado a consecuencia de la malnutrición, Ariana Araujo señaló que un alto porcentaje de venezolanos tiene diabetes o síndrome metabólico.

Nadie debería consumir azúcar porque es muy dañina y no aporta ningún micronutriente, pero en el país muchos productos son más dulces que en otras naciones porque se ha impuesto como un patrón de consumo sin que haya una política de Estado para evitarlo, reveló.

Los diabéticos pueden ingerir carbohidratos complejos, como pan y arepa, dado que “su absorción es diferente al azúcar de mesa”, según explicó.

Pueden seguir a la nutricionista Ariana Araujo, por sus redes en twitter: @metodoCOMA y en Facebook: Metodocoma Instagram: @metodocoma




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