Dayrí Blanco|@DayriBlanco07
“Lo importado se acabó”. Con esa aseveración el presidente Nicolás Maduro invitó a Empresas Polar a producir. Pero se trata de una propuesta que no en todos los casos aplica. La dependencia de materia prima adquirida en el exterior es tan determinante en algunas plantas de la firma que sin los dólares necesarios, y que solo maneja el Gobierno, no hay otra opción que la paralización.
Es el caso de la cebada malteada para la elaboración de cerveza y malta que se da solo en países de climas templados. También pasa con las hojalatas de aluminio que se requiere para la manufactura de cuerpos de lata y sus tapas en Superenvases, ubicada en Valencia. En Venezuela no hay laminadoras que suministren este material y tradicionalmente se compra en Canadá. Pero por las deudas que se mantiene con los proveedores el suministro está paralizado y el inventario actual del insumo alcanza para las operaciones hasta la segunda semana de julio.
José Ruiz, secretario general del sindicato, explicó que por esta situación se les hace imposible trabajar al 100% de la capacidad que es de 120 millones de envases al mes. “Actualmente solo hacemos 15 millones que es igual a una caída de 87% de la producción”.
Hasta ahora se desconoce si hay algún avance para la adquisición de este material, de lo contrario la suspensión laboral sería inminente. Entre 2014 y 2015 esta situación se ha dado dos veces, la primera por un mes y la segunda por un poco más de cuatro meses.
En Metalgráfica, la única planta de chapas de la Empresas Polar, la paralización persiste desde mediados de abril cuando se agotó el inventario de láminas de acero. Por décadas éste era el principal cliente de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) pero desde hace ocho años el suministro de la materia prima se suspendió y la importación se hizo vital, relató Jhonny Magdaleno, secretario general del sindicato.
En la empresa están a la espera de un cargamento desde Colombia que se compró con parte del préstamo que obtuvo la firma a través del BBVA. La idea es que la primera semana de julio arranquen las líneas y los 156 trabajadores que se mantienen en sus casas vuelvan a sus puestos.
