El movimiento de niños y jóvenes exploradores pregona el respeto por la naturaleza, la responsabilidad, la igualdad, el compañerismo, la consideración al prójimo, la tolerancia, el superar las adversidades y el amor por la vida.
El 5 de septiembre se celebra el Día Mundial de los Scouts, un movimiento educativo que promueve, desde hace 100 años y a través de los valores, el desarrollo de niños y jóvenes.
El movimiento se encuentra presente en 155 países, tiene 28 millones de miembros en todo el mundo, y contó entre sus filas a celebridades de la talla del Rey Alfonso XIII, Doña Sofía y Don Juan de Borbón, Giscard d’Estaing, Brigitte Bardot y Neil Armstrong.
Robert Baden-Powell, fundador de los boy scout, lo definió como un gran juego alegre al aire libre. Sus inicios se remontan hacia el 1900. Durante la Guerra de los Boer, Baden-Powell defendió a la ciudad de Mafeking. Allí, formó un cuerpo de cadetes –en su mayoría chicos voluntarios– que ofició de soporte a las tropas. Baden-Powell los entrenó en puestos más estratégicos que bélicos, como ser centinelas, rastreadores, ordenanzas y mensajeros. Ya en 1907, en la isla de Brownsea, en la costa sur de Inglaterra, convocó a 20 jóvenes de distintas clases sociales a realizar un campamento y testear su método de organización. Por ese entonces, nacían los Scouts (que en inglés, significa “explorador”).