Las autoridades de Malasia elevaron hoy a siete el número muertos en el corrimiento de tierras que ayer sepultó a once trabajadores en un solar en construcción mientras sigue la búsqueda del resto de desaparecidos.
Unos 220 efectivos de la Policía, equipos de rescate y personal médico reanudaron a primera hora de la mañana la búsqueda bajo el barro que se desprendió ayer de una colina adyacente a la parcela en obras en Tanjung Bungah, en el estado de Penang, en el noroeste del país.
Un portavoz de protección civil confirmó al diario The Star la recuperación a media mañana de un séptimo cadáver que se añade a otros tres encontrados durante la noche y a tres más hallados ayer poco después del suceso.
Los fallecidos son trabajadores indonesios, bangladeshíes y birmanos que junto a los cuatro desaparecidos, entre ellos un supervisor malasio, quedaron sepultados por el barro que cayó por una ladera desde unos 35 metros de altura.
El director del departamento de Fuegos y Rescate de Penang, Saadon Mokhtar, indicó que el accidente ocurrió cuando los operarios trabajaban en los cimientos de la obra.
Los equipos de emergencias indicaron que en los últimos días apenas había llovido en la zona pero que en las horas previas al accidente hubo algunas precipitaciones.
