La novela del frustrado arranque de la serie por el octogonal final entre Carabobo FC y Aragua FC ya tiene un veredicto: el partido de ida fue reprogramado y se disputará a puerta cerrada el próximo domingo 4 de junio en el Estadio «José Antonio Páez» de Araure desde las 3:30 pm.
El pasado 28 de abril el cotejo entre ambas organizaciones debió ser suspendido sin disputar minuto alguno debido a graves fallas en el dispositivo de seguridad previsto para las barras de cada equipo en el «Hermanos Ghersy» de Maracay.
Las reacciones no se hicieron esperar y durante la semana tanto el Carabobo como el Aragua emitieron comunicados condenando los sucesos violentos y en cierta forma achacándose de forma mutua responsabilidades. Por el lado del granate, inclusive su presidente, Jimmy Ayoubissa, indicó en entrevista ofrecida al programa Los Prospectos de El Carabobeño Radio que la intención era exigir a la Federación Venezolana de Fútbol la confiscación del partido y declara ganador del mismo a los valencianos.
No obstante, y pese a que hasta horas de la noche de este jueves, el Consejo de Honor de la FVF no había dado un parte oficial, los equipos si divulgaron el veredicto a través de sus respectivas cuentas en twitter.
#Oficial El partido de ida contra #AraguaFC se jugará este domingo en Araure y a puerta cerrada #Futve #LiguillaFutve pic.twitter.com/rQncIdxT9c
— Carabobo Fútbol Club (@Carabobo_FC) 2 de junio de 2017
#LiguillaFutVE | ¡OFICIAL! Se jugará este domingo 4 de junio en el José Antonio Páez de Araure a las 3:30pm ⚠️ A PUERTA CERRADA ⚠️ pic.twitter.com/N2wkvbFubi
— Aragua Fútbol Club (@AraguaFC) 2 de junio de 2017
Ya el resto de los emparejamientos por los cuartos de final del balompié nacional jugaron sus encuentros iniciales. Deportivo La Guaira superó 3-2 al Deportivo Táchira; Monagas hizo lo propio frente al Zamora 3-1, mientras que Caracas FC logró picar adelante ante el DANZ con triunfo de 1-0.
BATALLA EN MARACAY
Antes del inicio del partido se presentaron algunas alteraciones que impidieron el desarrollo del mismo. Primero hubo errores en la ubicación de la hinchada carabobeña y posteriormente la tensión creció con el enfrentamiento entre las barras de ambos equipos en pleno recinto futbolístico generando un clima de peligro para los asistentes e inclusive para los depirtistas y sus familiares.
La situación posteriormente se agravó más cuando los encontronazos se trasladaron hasta el estacionamiento del estadio lo que se mezcló con la actuación de fuerzas policiales que utilizaron bombas lacrimógenas para poder dispersar a las aficiones encontradas y restablecer el orden público.
Ante un panorama de tanta incertidumbre, el cuarteto arbitral y el delegado de la FVF se reunieron con directivos de los equipos y tomaron la decisión de suspenderlo.