Los habitantes del municipio de Valencia viven a diario un martirio, bien sea por enfrentarse a los semáforos dañados, a la basura en las principales avenidas o por la ausencia del transporte público. La avenida Lisandro Alvarado registra los tres escenarios que irritan a más de uno.
Los conductores se enfrentan a los semáforos dañados. Deben tener mucha cautela a la hora de manejar, especialmente los que se movilizan por la avenida Lisandro Alvarado a la altura de la avenida Michelena o Padre Bergueretti, donde desde hace meses los indicadores de luz no funcionan.
El segundo factor irritante para los ciudadanos es el tema del transporte público. Esperan hasta más de una hora por un autobús pero ante la escasez, deciden dejar su dignidad a un lado y subirse a los camiones o camionetas tipo Pick up para trasladarse hacia su destino.
En el sur de Valencia es común ver este tipo de transporte que a más de uno le ha provocado sustos por la inseguridad al que están expuestos. El costo del pasaje está entre dos mil y tres mil bolívares.
La colectividad en general se enfrenta todos los días a la contaminación por desechos de basura en lugares no aptos para ello. En la avenida Lisandro Alvarado de Valencia todos los días los comerciantes conviven con el mal olor que emanan los desperdicios a lo largo de la isla.
Alrededor de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera, los comerciantes informales parecen estar acostumbrados. Otras personas aprovechan para escudriñar en la basura en busca de algo que comer, pero su necesidad los lleva a regar más los desechos.
SIGUEN SIN FUNCIONAR LOS SIGUIENTES SEMÁFOROS