Para Williams Martínez, presidente de la ONG Primero Rafael Urdaneta, el insulto, la descalificación, la burla y el desprecio se ha venido estableciendo como práctica discursiva habitual en el ámbito político nacional, y esto se debe erradicar.
Martínez cuestiona la retórica amenazante y las ofensas que forman parte del diálogo político, para deslegitimar al adversario, lo cual se ha evidenciado en la campaña electoral que se desarrolla.
Por eso exhorta a los líderes políticos nacionales, de ambos sectores del país, a erradicar el discurso ramplón, vulgar, soez y de alto contenido de violencia y odio, que en nada beneficia a la ciudadanía.
“Consideramos que este tipo de discursos, en pleno horario infantil, es una vil violación a los derechos, formación de valores y principios de nuestros niños”.
Insistió en que el terreno discursivo deviene entonces en espacio confrontacional donde el reto deslegitimo pretende derrotar políticamente al adversario, en desmedro del “Cacareado” diálogo democrático.
William Martínez citó que día a día importantes sectores de la población salen a la calle dispuestos a luchar contra la precariedad, la inflación, el alto costo de la vida, los abusos, la corrupción y la desinstitucionalización. Un entorno percibido como algo fuera de control e inevitable.
Por eso lo menos que la gente espera es ver a sus líderes políticos insultándose con palabras soeces que dejan mucho que desear de su condición.