A diferencia de días anteriores, cuando comerciantes reportaban poca afluencia de usuarios y un bajo porcentaje de ventas, al mediodía de este jueves 24 de diciembre el Boulevard Constitución y sus adyacencias, en el centro de Valencia, estaban abarrotados de personas haciendo pequeñas compras de última hora.
Los locales comerciales en los que se podía observar una mayor concurrencia eran las jugueterías y las tiendas de venta de calzado, las cuales ofrecían una amplia variedad de precios, de cinco dólares en adelante. En toda la extensión del boulevard transitaban decenas de personas con bolsas en las manos que contenían algunos juguetes o una caja de zapatos.
“Muchos han salido a comprar con lo que tienen. Yo logré comprar algunos jugueticos y finiquitar las compras de último minuto”, dijo a El Carabobeño María Rodríguez al salir de uno de los locales. “La gente como que estaban esperando algún pago y eso para hacer las compras, porque hoy ha estado mucho más movido que el resto de los días”.
Rodríguez aseguró que este año no compró los tradicionales estrenos para ella, pero sí algunas piezas de ropa nueva para sus hijos porque “si compraba unas cosas, no podía comprar otras”. A su juicio, los precios están “un poco altos”.
En medio de las dificultades por la crisis económica, que empeoró con la llegada de la pandemia de COVID-19, se mostró animada. Detalló que este diciembre, aunque tuvieron que racionarse, de igual forma harán la cena navideña para compartir en familia.
“Se racionó más, pero tratamos de cumplir con la tradición, porque esto es una vez al año. Comprando entre todos un poquito de cada cosa pudimos hacer las hallacas”, sostuvo.
Para Nohely Castillo los precios de la ropa, el calzado y los juguetes en el centro de la capital carabobeña estaban “súper caros”. Aun así, decidió hacer un esfuerzo un comprar algunos regalos para sus sobrinos, ya que no tiene hijos. Un par de muñecas para las niñas y un monopatín para el niño.
Sobre la celebración de Noche Buena, en la que los venezolanos solían cenar el plato navideño conformado por hallaca, pan de jamón, ensalada de gallina y pernil o asado, sostuvo que en esta ocasión todo será más austero.
“Solo haremos una comida sencilla porque no hay para hacer más nada. Salí a comprar unos regalitos para que los niños puedan disfrutar y compartan. Los niños son los más consentidos”, señaló a El Carabobeño.