La ministra británica de Exteriores, Liz Truss, avisó este jueves al embajador ruso en el Reino Unido, Andrei Kelin, de que Rusia debe esperar un conflicto «prolongado» con «un enorme coste» por su invasión de Ucrania y reiteró la petición a Moscú para que «retire las tropas» del país vecino.
Truss convocó a Kelin por segunda vez en 48 horas después de que esta mañana el Gobierno ruso lanzara un ataque sobre territorio ucraniano tras reconocer el lunes la independencia de las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
La ministra advirtió al diplomático de que Rusia debe esperar «un conflicto largo y prolongado que infligirá un enorme costo humano, económico y político al Gobierno ruso» y subrayó que los aliados occidentales están «unidos» en su apoyo a Kiev, se indica en un comunicado.
Moscú debe esperar un conflicto largo y costoso
Truss reprochó al representante del Kremlin que su Gobierno «ha mentido repetidamente acerca de no tener planes para invadir Ucrania» y le advirtió de que la agresión no provocada a Ucrania lo ha convertido «en un paria internacional», dice la nota del Foreign Office.
La ministra dijo que el ataque ruso es «una clara violación del derecho internacional» e incidió en que «habrá severas sanciones» que «dañarán la economía rusa y a aquellos estrechamente asociados con el Kremlin».
El pasado martes, el Foreign Office ya había convocado al embajador para pedir explicaciones sobre el reconocimiento unilateral de los territorios de Donetsk y Lugansk.
