EFE
El emblemático Big Ben ha estado dando las campanadas con
seis segundos de retraso durante los últimos quince días, admitió hoy Ian
Westworth, relojero del Parlamento británico.
El monumento de Londres, que ya cuenta con 156 años de
antigüedad, se ajusta mediante la adición y eliminación de las monedas de su
péndulo, que determinan la velocidad a la que se balancea.
Los mecánicos descubrieron el retraso del reloj el pasado
fin de semana, entre el 15 y el 16 de agosto, y lo han arreglado de forma
gradual.
Westworth, que calificó al Big Ben como “temperamental”,
dijo que el centenario reloj necesita “un pequeño ajuste de vez en cuando”,
explicando que esto es debido a su antigüedad y a su funcionamiento diario.
Aunque la causa del retraso se desconoce, los técnicos están
investigando el suceso y un portavoz explicó que son varios los factores que
pueden influir, como la presión del aire, la temperatura y lo engranajes, entre
otros.