Cindy Rodríguez Terán
Mal olor, contaminación y una montaña de basura es el
panorama con el que se encuentran a diario los habitantes de la calle Valencia,
en el casco central de Puerto Cabello. La inconsciencia social y una escasa
recolección de desechos han convertido este espacio en un basurero improvisado.
El sentido común es tan ignorado como el mural donde se
exhibe “Por favor no botar basura aquí”. Un grupo de residentes se propuso a
sanear el lugar el mes pasado pero este viernes el escenario era el mismo,
basura, escombros, cauchos, desechos orgánicos e incluso animales muertos.
Las personas aledañas tampoco ayudan a mantener el orden,
les parece más sencillo arrojar todos sus desperdicios en este espacio, aseveró
José Gregorio Pinoche. Resaltó que los trabajadores de los talleres mecánicos
cercanos también son culpables de la suciedad, pues todos los desechos que
generan son allí, sin bolsas plásticas y en el suelo.
Pinoche realizó un llamado a los habitantes para que no
ensucien la calle pero también a la directiva del Instituto Municipal para la
Protección del Medio Ambiente, ya que en este sector nunca se ha colocado un
contenedor que es tan necesario como en otras comunidades.