Alfredo S. Flores  | @alfredoflores96

La arepa es un alimento cuyo consumo es el de mayor difusión en el país. Está presente en los desayunos, almuerzos y hasta la cena de los venezolanos, sin embargo la dificultad de conseguir la harina de maíz precocida, requerida para su preparación, ha llevado a que muchos opten por alternativas semejantes.

En el mercado municipal de Naguanagua ha aparecido un producto que no se veía con frecuencia hace un mes atrás: harina de maíz pelado en bolsas plásticas.

Los consumidores de este producto lo adquieren porque es lo único que hay, según dicen. Consideran que no tiene la misma calidad de la harina de maíz precocida comercial, pues este tipo de harina, por lo general artesanal, conserva su cáscara.

Lourdes Lugo asegura que el problema no es sólo la calidad sino el riesgo que puede conllevar su ingesta, debido a que este tipo de masa es previamente hervida con cal, material frecuentemente usado para la construcción. “En algunos casos le echan mucho cal y eso cae muy mal al estómago”, indica.

Otras personas en lugar de comprar harina están haciendo arepas con yuca, como es el caso de Marina Rodríguez, quien asegura que, al no conseguir la harina de maíz precocida, ha optado por comprar yuca para hacer arepas.

“No quedan igual pero al menos uno come”, sostiene, al tiempo que asevera que prefiere hacer las arepas con el tubérculo que comprar la harina de maíz pelado, pues desconfía de la higiene con la que se procesa.

Alternativas costosas

El kilogramo harina de maíz que se encuentra regulada a 96,50 bolívares según la Providencia Administrativa No. 053, publicada por la Superintendencia de Precios Justos (Sundde), no obstante los ciudadanos coinciden en que es casi imposible conseguir conseguir harina de maíz precocida, y mucho menos a ese precio.

Por ese motivo no han tenido otra alternativa que sustituir estos alimentos por otros, lo que por lo general termina siendo más costoso para sus bolsillos.

El kilo de harina de maíz pelado tiene un valor promedio de Bs. 600, 521,8% más que el precio regulado, mientras que el kilo. de yuca cuesta Bs. 500 en promedio, lo que equivale a un incremento de 418,1% de la tasa oficial.

Tomando en cuenta esa cifra, para comer arepa el ciudadano común está gastando, a causa de la escasez de productos regulados entre 400% y 500% más de su sueldo para poder consumir arepas.

¿Y el relleno?

Entretanto el excedente que están gastando los ciudadanos, debido al desabastecimiento por la caída de la producción, es insignificante en comparación a lo que se gasta para el relleno de la arepa; un kilo de queso blanco está en Bs. 3 mil 500, uno de queso amarillo nacional en  bs. 5 mil y otro de jamón Bs. 3 mil 600.

Si una familia de 4 personas y decide hacer un mercado para desayunar arepa por una semana, gastaría Bs. 13 mil 900, casi la totalidad del sueldo mínimo que se ubica en Bs. 15 mil 051, suponiendo que compre un kilo de queso amarillo, uno de queso blanco, uno de jamón y 4 kilos de harina de maíz.

“Ni siquiera una reina pepiada”, dice un hombre al ver el precio del aguacate que es expendido a Bs. 800 el kilo, pues según afirma la mayonesa no se consigue, y un pollo de 2 kilogramos tiene un valor de 4 mil 300 bolívares.

El día a día de los ciudadanos se ha vuelto una travesía en búsqueda de comida, debido a una escasez que no sólo ha desaparecido los alimentos, sino la tradición venezolana de comer una arepa todos los días.




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