Felícita Blanco
2 oficiales de la Fuerza
Armada Nacional (FANB) fueron asesinados por el hampa en un lapso de
4 horas en 2 hechos distintos ocurridos uno al noreste (Los Caobos) y otro en
el suroeste (Macarao) de Caracas.
Con estos
suman 43 funcionarios policiales y militares ultimados por la delincuencia en la Gran Caracas en lo
que va de año.
A la 1:00 a.m
mataron al capitán de la GNB,
Luis Alberto Chacón Hernández (32), cuando circulaba en su vehículo Toyota
corolla, gris, placas AB076VF, por la avenida principal de Los Caobos, parroquia
El Recreo, en compañía de su esposa y su pequeña hija.
Regresaban
de una reunión familiar y se dirigían a su residencia en El Paraíso. Chacón
Hernández estaba destacado en el Redi-Sur de El Paraíso y vivía en la misma
urbanización.
4 delincuentes
que iban a bordo de un carro de color oscuro intentaban robarle el vehículo a
Chacón o secuestrarlo, pero este al verlos aproximarse imprimió velocidad a su
automóvil y le dispararon a mansalva. Perdió el control y chocó contra un
objeto fijo.
Su esposa y
su hija de un año solo recibieron fragmentos de vidrio en el rostro y el cuerpo.
A la morgue
de Bello Monte acudió el general Luis Alberto Morales, suegro del capitán, a
tramitar el retiro de los restos. El alto oficial llegaba de Maracay y tenía
poca información de lo sucedido.
El
subteniente del Ejército, José Ramón Mendoza Rodríguez (24), fue asesinado a
tiros en Los Palotes, a la entrada del callejón San José, sector Corral de
Piedras, Las Adjuntas, parroquia Macarao, cuando salió de su residencia rumbo a
su trabajo a las 5:00 a.m.
Inicialmente
los vecinos escucharon voces, luego disparos, pero nadie se atrevió a asomarse
hasta verificar qué había pasado el peligro. Oyeron gemidos y al salir vieron
al joven oficial tendido en el pavimento.
Vestía
pantalón militar verde oliva, chaqueta negra y casco de motorizado.
Su moto de
color rojo estaba en el lugar. Tampoco lo despojaron de su cartera con
documentos. Al parecer el oficial no estaba armado.
Unos vecinos
señalaron que la zona es tranquila, sin embargo en la entrada de Los Palotes,
frente a la estación del Metro Las Adjuntas, transeúntes y comerciantes
comentaron que últimamente han aumentado los delitos porque el módulo de la GNB que estaba frente al
subterráneo lo trasladaron al sector El Cipres.