Inmediatamente después de la caída de la dictadura se decreta la reapertura de la Universidad de Carabobo. Inicia actividades con cuatro facultades cuyas escuelas responden a formar el tipo de profesionales que demandaban los establecimientos empresariales que se asentaban en la región. Eso explica la creación de Escuelas como Ingeniería Industrial, Contabilidad o Relaciones Industriales.

En términos de movilidad y ascenso socialla Universidad de Carabobo fue la partera de una clase media vigorosa a partir de una matrícula abierta a las familias de bajos ingresos. Una impulsora de la cultura y de servicios de extensión que la integraban a la sociedad tanto como el cafetín de Capozzi fue el centro de debates y sueños.

Si, desde 1951, el Concejo Municipal y Fedecámaras auspiciaron el proceso de industrialización,la Universidad no sólo generó profesionales de primera sino que actuó como un órgano vital para la existencia y evolución de Valencia. Cerebro y corazón de ella.

Su actor principal en el aprendizaje, la vida social y política son los estudiantes. Su manifestación organizada es el movimiento estudiantil que ha pasado por varias fases que habrá que periodizar y estudiar, dada la situación de tránsito de sus estudiantes y su misión de prepararse para ser ciudadanos responsables, creativos y productivos. Los otros actores universitarios tienen permanencia.

El movimiento estudiantil que surge dentro de la reconstrucción de la democracia basada en el Pacto de Punto Fijo vive una corta etapa unitaria y luego pasa a una competencia entre dos bloques ideológicos; uno de oposición, integrado por dirigentes de la Juventud Comunista y la juventud del MIR, partido que nace de una división d AD en abril de 1960. El otro con la Juventud Revolucionaria Copeyana como principal protagonista.

A partir de 1960 se inicia un proceso de radicalización política debido a las repercusiones de la política nacional en el movimiento estudiantil: el gobierno anula el derecho democrático a la protesta; se acentúa la represión contra el movimiento popular mientras este comete el error de ir a la insurgencia armada alentada por Cuba: la fundación en abril de 1960 del MIR que arrastra a caso toda la juventud de AD; la conformación de alianzas entre la Juventud Comunista y la del MIR que gana sucesivas elecciones dela FCU en Carabobo.

Entre los dirigentes de esa etapa figuran Damián Márquez, Gallardo Carillo, Juan Calatayud, César Guzmán, Aquiles Materán, Manuel Ismael Peña, Ramón González, Antonio Escorihuela, Saturio Guerrero, Miguel Meza, Roger Capella, Vicente Pontillo, Oswaldo Di Lorenzo, Aldo Materán. Juan Jiménez, el bachi Beltrán, José González, Ali Montero, Alfredo Castillo, Pedro Maninat, Domingo Franceschi, Gerardo Saer, Rubén Pérez Silva y Arquímedes Román, entre otros.

El año 68 y el inflijo del mayo francés llega un año después a la UC. El hecho que simbolizó su estallido fue la toma del rectorado en 1969 que constituyó no sólo un desafío a las rutinas del movimiento estudiantil, sino un debilitamiento que casi condujo a la desaparición de los Centros de Estudiantes y de la FCU.

En esa confrontación política, de imaginación e ideas el movimiento estudiantil pudo elaborar nuevas propuestas sobre el concepto de autonomía, así como integrar a su tradición nuevas formas de lucha y de organización. Esta nueva situación se expresó en un Comité de Huelga en el Rectorado con dos vertientes. Una dirigida por la FCU y encabezada por Miguel Meza y Orel Zambrano y la otra por Olga González, Saúl Ocio y Julio Castillo, integrantes de organizaciones calificadas de ultraizquierda y que aportaron una concepción diferente frente a las organizaciones hasta entonces mayoritarias entre los estudiantes. Entre sus dirigentes más destacados estuvieron José Luis Maldonado, Chiquito León, José Hurtado, Ricardo Maldonado, Alberto Franchesqui, Paqui Yánez, Nazir Kabláno Silverio Hernández.

En los treinta años siguientes el movimiento estudiantil conservó buena parte de sus valores de independencia para centrarse en una agenda de reivindicaciones internas y las demandas por un mejor cumplimiento de la misión académica de la Universidad. En esta etapa destacan dirigentes estudiantiles cono Oswaldo Di Lirezo, Luis Arráez, Antonio Ecarri B, Euclides Querales, Osmel Ramos, Héctor Peña, Luis Enrique Viscaya, Wilfredo Morales, Arnulfo Arias, el musiú Ledezma, Gustavo Hernández, Edgar Nuñez, Rolando Smith,Celio Celli, Gustavo Miranda, Edgar Pérez, Leonardo González, Orlando Gómez y Leo Pineda. El tramo final, el de la última década, todavía no es historia.

Dar a conocer esta narrativa puede añadir sentido a la recomposición del movimiento estudiantil y a recuperar valores rebajados por actitudes pragmáticas o el imperio del mercadeo de una figura antes que a la difusión de ideales y causas. Por ello esta crónica es un anhelo.

Queremos medio sugerir una visión para protegernos de las incertidumbres de estos tiempos. Ayudar a Mirar hacia el futuro porque de nuevo hay que tener determinación para no revolcarse en un pasado que no tiene acomodo.

Ser estudiante universitario es una situación transitoria, una etapa de juventud centrada en el saber y caracterizada por la rebeldía y un ímpetu ideal como lo dice el Himno de la Universidad de Carabobo que siempre marche “al encuentro de un mundo mejor!”

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