espíritu de la navidad sur de valencia
(Foto: Kevin Arteaga)

En años anteriores, los 21 de diciembre era común ver un gran movimiento de personas haciendo compras y preparativos para celebrar el Espíritu de la Navidad. Sin embargo, ante la aguda crisis económica que azota al país, para muchos algunas celebraciones decembrinas quedaron fuera de los planes: la prioridad es cubrir necesidades básicas, como la comida.

“Este año muy pocos han salido a buscar algo del Espíritu de la Navidad, las ventas no se han movido”, dijo Yasmile Redondo, encargada de un quiosco de esencias y productos esotéricos en el populoso Mercado Periférico La Candelaria, al sur de Valencia. “La gente está pendiente es de comprar su comida, esa es la prioridad”.

En entrevista con El Carabobeño, ya casi al mediodía de este lunes Yasmile detalló que hasta ese momento había logrado vender a duras penas unos 800 mil bolívares en mercancía, que equivalen a menos de un dólar.

(Foto: Kevin Arteaga)

Por lo general, la gente solía comprar esencia de mandarina, incienso y velas amarillas o de color naranja, explicó Yasmile. Esos tres productos suman, en promedio, un millón 600 mil bolívares, lo que quiere decir que para adquirirlos se necesitan cuatro sueldos mínimos.

El presupuesto para mantener esta celebración se incrementa si a la lista se agregan algunas frutas, como la mandarina, cuyo precio por kilogramo es superior a un millón 300 mil bolívares.

En el mismo pasillo hay otros locales que, como Yasmile, venden los insumos que suelen usar los practicantes de esta tradición en los rituales para celebrar el inicio del solsticio de  invierno. Pero el panorama no era distinto: todos estaban vacíos.

(Foto: Kevin Arteaga)

Dentro del mercado El Carabobeño consultó a cuatro usuarios sobre si mantendrían la celebración del Espíritu de la Navidad este año y el 100% respondió que no. Entre esos Maigualida Conde, quien sostuvo que solo se ocupará de garantizar el Niño Jesús para su hijo.

Aunque la celebración del Espíritu de la Navidad forma parte de la idiosincrasia de algunos venezolanos, fue calificada por la Iglesia católica como pecado, al considerar que es una fiesta que va al consumismo exagerado, a los rituales mágicos o brujerías y a todo aquello que separa la esencia de la Navidad, cuyo significado debe ser el nacimiento de Jesús.

mandarinas
(Foto cortesía)



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