Lucía Fernanda Ramírez/Crónica Uno
En seis años, Venezuela perdió aproximadamente 1.200 planteles privados, según las estimaciones de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep).
Fausto Romeo, vicepresidente de Andiep, explicó que entre 2017 y 2018 registraron al menos 5 mil 100 colegios privados operativos en todo el territorio nacional. Sin embargo, para el año escolar 2023-2024 se calculan 3 mil 900 planteles en funcionamiento. Es decir que, en seis años, cerraron 1200 instituciones educativas.
Las causas podrían ser la migración interna y externa, la crisis económica y las fallas en los servicios básicos.
“Al disminuir la cantidad de planteles educativos, los alumnos son inscritos en otros planteles privados, por lo que la cifra se mantiene medianamente con respecto a los años anteriores. Pero no quiere decir que las escuelas se estén superando. Si un colegio tenía 100 estudiantes y cerró, no quiere decir que al otro colegio le aumentaron 100 estudiantes”, explicó.
De acuerdo con la plataforma Hum Venezuela, durante los últimos años la cantidad de niños, niñas y adolescentes (NNA) en escuelas privadas descendió, pero aumentó en los planteles públicos como consecuencia de las dificultades económicas.
Según la documentación de Hum, 2,9% de los hogares cambiaron a los niños, niñas y adolescentes de escuelas o los retiraron, como una estrategia extrema a la pobreza.
Disminuye la matrícula
Romeo contó que para 2013 la matrícula escolar disminuyó 10% en los colegios privados. El descenso obedece a la migración que ocurre dentro y fuera del país.
“Culmina el mes de julio, y entre agosto y septiembre los estudiantes empiezan a retirarse. En muchas ocasiones sus padres lo anuncian con anticipación y piden notas certificadas y todo lo necesario para apostillar y legalizar”, dijo a Crónica.Uno.
Añadió que entre 2017 y 2018 había 3,2 millones de estudiantes en la educación privada, pero tras la pandemia de COVID-19 la cifra disminuyó a 1,4 millones de alumnos, aproximadamente.
Romeo manifestó que al disminuir la matrícula, también se recorta el número de trabajadores, que va desde docentes hasta personal obrero y administrativo. Aclaró que las escuelas privadas mantienen su plantilla de trabajadores completa.
Muchos docentes que contratan en las instituciones son educadores provenientes de escuelas públicas que buscan mejorar sus ingresos salariales. El vicepresidente de Andiep destacó que el pago a los docentes es de 180 a 400 dólares, según la mensualidad de cada colegio privado.
Para evitar la migración de educadores, muchos centros educativos otorgan incentivos a sus docentes y empleados de distintas áreas.
En las escuelas de Fe y Alegría implementan estrategias para lograr la permanencia de los maestros en las aulas, tales como un salario emocional e incentivo económico, explicó Noelbis Aguilar, directora nacional del Programa de Escuelas de Fe y Alegría, en una nota anterior de Crónica.Uno
“No se da con la frecuencia que quisiéramos, pero es una manera de promocionar y reconocer esa permanencia y desempeño de los docentes y todo el personal que labora en nuestras escuelas”, dijo.
Costo de la matrícula
Romeo, quien también es director general de Consenso Educativo, resaltó que en el área educativa no pueden fijarse montos a diferencia de otro tipo de servicios. Uno de los factores que se toma en cuenta para establecer una cifra es la ubicación del plantel.
“Toda institución tiene un fin mínimo, que es el de tener personal de alta capacidad y formación con el que se pueda hacer un trabajo recurrente, el cual se establece a través de un presupuesto de funcionamiento”, dijo.
El monto del proyecto educativo se divide en 60% que debe ir destinado a la incidencia laboral, es decir, a prestaciones sociales, sueldo, seguro social, política habitacional; y 40 % dirigido a incidencia de organización y preparación, incluidos los servicios básicos, que se han incrementado; lo que hace que sea necesario para muchos planteles aumentar la mensualidad.
Crisis por aumento de servicios
La falla de los servicios públicos no es lo único que afecta a los planteles educativos del país.
Fausto Romeo señaló que Nueva Esparta, por ejemplo, es uno de los estados que vive mayor crisis. Allá se paga un aproximado de 100 a 150 dólares por el suministro de agua, que llega cada 45 o 50 días por tuberías.
“Anteriormente se contrataba el camión cisterna por 20 o 30 dólares. Pero son cuatro o cinco camiones cisternas que se usan a la semana. Ahora esos mismos camiones quieren cobrar 60 u 80 dólares por viaje. Son incrementos que afectan el presupuesto de funcionamiento”.
Por otra parte, pese a tener buena velocidad, el costo del servicio de internet se ha incrementado. “Muchas veces hay que contratar hasta dos servicios porque se necesita el internet en los colegios. Eso incrementa más los costos”.
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