La embajada de Israel en Alemania instó hoy a proteger a la comunidad judía ante los brotes de antisemitismo relacionados con la escalada de violencia en Oriente Medio de la que el gobierno de Berlín culpa a las milicias islámicas.
«Apremio a las autoridades alemanas a hacer todo lo necesario para garantizar la seguridad de nuestra comunidad», afirmó el embajador israelí, Jeremy Issacharoff, desde la televisión pública ARD. El conflicto de Oriente Medio «no tiene nada que ver con la comunidad judía de Alemania», añadió el diplomático.
Desde el pasado miércoles se han sucedido las manifestaciones contra Israel en distintos puntos del país, algunas de las cuales dominadas por los mensajes antisemitas y entre gritos de «judíos fuera».
Asimismo han aparecido banderas de Israel quemadas ante sinagogas y conatos de ataques a templos judíos. De la central de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, desapareció una bandera israelí, justamente colocada ahí en solidaridad con ese país.
Severa condena
Desde el gobierno alemán se ha condenado con toda severidad estos actos, además de responsabilizarse a las milicias islámicas de la escalada de violencia en Oriente Medio.
«Son ataques terroristas. Deben cesar de inmediato y Alemania respalda el derecho de Israel a la defensa», insistió hoy el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, quien ya el miércoles había expresado el total apoyo de Alemania a ese país.
«La gente ha salido a la calle a protestar contra Israel. El derecho a la protesta es parte de la democracia pero los que usan esas protestas para cultivar el odio abusan del derecho a manifestarse», advirtió hoy Seibert. El portavoz recordó que el detonante de esta escalada en Oriente Medio son Hamás y el resto de milicias, que han lanzado «miles de misiles» contra Israel.
El encargado contra el Antisemitismo del gobierno alemán, Felix Klein, llamó a las organizaciones de la comunidad musulmana del país a ejercer la «moderación» y a apelar a sus miembros a distanciarse de la violencia contra los judíos.
Alemania observa desde hace décadas la máxima prudencia ante cualquier crítica hacia la política israelí por razones de responsabilidad histórica. Desde esta posición, Berlín da trato de socio preferente a Israel, uno de los referentes de su política exterior.
Alarma ante un antisemitismo de por sí creciente
En Berlín y otras ciudades alemanas se han reforzado estos días los dispositivos de vigilancia en torno a sus sinagogas y otros edificios de la comunidad judía. Asimismo se prepara un operativo de seguridad ante las manifestaciones que se prevé se desarrollen a lo largo de este fin de semana.
La escalada de Oriente Medio es el detonante de estas marchas, convocadas para protestar contra la política israelí y su ofensiva sobre Gaza. Muchas de ellas derivan, sin embargo, en pantalla de un antisemitismo creciente.
En su último informe anual sobre delitos de trasfondo político, el Ministerio del Interior alertaba del fuerte aumento de los delitos antisemitas -un 15,7 %- procedentes principalmente de la ultraderecha, pero también del islamismo radical.
La comunidad judía ha venido reclamando mayor protección de sus templos y demás instalaciones, que están vigiladas permanentemente en grandes ciudades, como Berlín, pero no en todo el país.
Su vulnerabilidad quedó de manifiesto en octubre de 2019, en Halle (este del país), cuando un ultraderechista trató de irrumpir en la sinagoga de esta ciudad de provincias.
Aquel día de Yom Kipur solo se evitó un baño de sangre porque la puerta del templo no cedió a los disparos del neonazi, que acabó matando a dos personas que se encontraban en esa zona. EFE
