El KGB de Bielorrusia ha pedido a EE.UU. asistencia jurídica en el marco de la supuesta trama golpista contra la antigua república soviética y su líder, Alexandr Lukashenko, que Minsk denunció recientemente y de cuyos planes acusa a EE.UU., según informó hoy la agencia oficial bielorrusa, BELTA.
El KGB «envió una solicitud de asistencia jurídica a las instituciones de justicia competentes de EE.UU., en cuyo marco se requiere que la parte solicitada establezca el paradero de los imputados, los interrogue y efectúe otras investigaciones y acciones procesales destinadas a una investigación exhaustiva de todas las circunstancias del caso», indicó su portavoz, Andréi Yarosh.
De acuerdo con el KGB, Minsk «espera de los socios estadounidenses y extranjeros que estudien de manera rápida y exhaustiva nuestras solicitudes, así como una solución positiva a los problemas de extradición a Bielorrusia de los ciudadanos incluidos en la lista con el fin de llevarlos ante la justicia».
Según Yarosh, nueve personas han sido imputadas en el caso penal abierto por el KGB bajo el artículo 357 del Código Penal bielorruso (conspiración u otras acciones cometidas para tomar el poder del Estado).
Represión en Bielorrusia
El presidente bielorruso, que reprimió en 2020 las multitudinarias protestas contra el fraude en las elecciones presidenciales, denunció a mediados de mes una supuesta trama patrocinada por Estados Unidos, que incluiría su asesinato y el de sus hijos.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) aseguró seguidamente de que había ayudado a prevenir un golpe de Estado en Bielorrusia.
Lukashenko sostiene que los organizadores del golpe barajaban varias opciones: asesinarlo con ocasión del 9 de mayo, cuando se celebra la victoria sobre la Alemania nazi; un ataque contra su cortejo; o el disparo de un francotirador cuando el presidente estuviera descansando en la dacha presidencial.
Desveló que uno de sus generales se hizo pasar por un desertor y fue el que permitió capturar a los conspiradores.
El presidente ruso, Vladímir Putin, criticó la semana pasada a Occidente, con ocasión de su discurso sobre el estado de la nación, por mantener silencio sobre dicho intento de asesinato político, que comparó con las conspiraciones estadounidenses denunciadas por el líder venezolano, Nicolás Maduro.
«La práctica de organizar golpes de Estado, los planes de asesinatos políticos (…), eso ya es demasiado. Han sobrepasado todos los límites», afirmó.
Denunció que, en el marco del golpe, los organizadores se proponían desconectar el sistema energético y de comunicación de Minsk, acciones que definió como un «ciberataque masivo».
La Casa Blanca rechazó la acusación. EFE