Quedan pocos días para que fenezca este año de balance negativo para el gobierno, también, para la oposición, pero en mayor grado para el pueblo quien finalmente es el que paga los platos rotos.
A pesar del mal momento que, indiscutiblemente, vive la Mesa de la Unidad Democrática, el gobierno día tras día viene en picada. Sin probabilidades de recuperarse, de recoger el afecto con el que en otrora contaba; sin recursos y con un autoritario ignorante conduciendo un país al garete. Sin el ropaje que acompaña a un estadista. De compañeros de luchas que piensan sólo en enriquecerse cada vez más, que miran avergonzados sus orígenes humildes. Aquellos días cuando vivían en zonas populares y miraban de frente los colmillos del hambre. Hoy potentados personajes con aviones privados, yates e hijos estudiando en las más prestigiosas universidades en los países más desarrollados del planeta.
Luego de este breve recordatorio para algún desmemoriado entremos a darle una ligera mirada a la situación que posiblemente tengamos que enfrentar, y los cambios que seguramente se harán a partir del primero de enero de 2017, todo esto debe explicase dentro de afirmaciones vacilante.
- La MUD se reestructurará definitivamente. Habrá cambios de fondo; se verán al frente nuevos rostros en las secretaría ejecutiva nacional y regionales del país,
- La MUD se abrirá e incorporará a su dirección política representes de la sociedad civil organizada, entres otros: estudiantes, clase trabajadora, magisterio, academias y gremios profesionales.
- Tendrán relevancia importante organizaciones partidistas como: Voluntad Popular, Vente Venezuela, además de figuras destacadas que a lo largo del tiempo vienen manteniendo una línea dura contra el régimen de Nicolás Maduro.
- Será, con toda seguridad, una MUD más combativa, más de lucha, sin dejar de reconocer los méritos y triunfos de las orientaciones anteriores. De la misma forma, se insistirá en la importancia de preservar la Unidad a toda costa y regresar a la calle.
- Es probable que los que se sentarán, si es el caso, a la Mesa de diálogo sean las cabezas de los partidos políticos: Henry Ramos, Henrique Capriles, María Corina Machado, Freddy Guevara, Julio Borges en su condición de presidente de la AN, y un representante de los nuevos integrantes de la MUD que pudiera ser el de la clase universitaria. Tanto a los sectores del oficialismo como a los de la oposición, además, del pueblo venezolano, les conviene que el diálogo se mantenga vivo.
Finalmente, al producirse estos y otros cambios dentro de la MUD, es capital aplicar el antitóxico borrón y cuenta nueva. Se originará de inmediato un despertar del entusiasmo, de la esperanza y la fe de más de 80% de compatriotas que hoy se sienten frustrados, depresivos, desencantados, abrumados por la crisis, y de ofrecimientos de las fuerzas de oposición que quedaron en desconsoladas promesas.